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Reportaje:Fútbol | Vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey

"Nuestro mejor partido"

Capello, satisfecho con el juego madridista, sólo se queja de la suerte y de un penalti escamoteado

Diego Torres

A Fabio Capello le debe de gustar que sus jugadores se pasen el balón entre ellos y lleguen al área contraria tocándolo. Le debe de gustar más la mezcla de Gago con Diarra que la de Emerson con Diarra. Y los extremos para surtir de balones a dos delanteros. De no ser así, mintió cuando ayer, tras salir del vestuario, aseguró que el juego de su equipo alcanzó la cumbre: "Hoy hemos jugado el mejor partido en el Bernabéu en lo que va de temporada".

Fue una de esas noches extrañas. Una de esas veladas raras en las que el público se marcha feliz después de que el equipo baje un peldaño más hacia el pozo. Hace un año, tras quedar eliminados de la Copa ante el Zaragoza en un partido fragoroso, los hinchas madridistas también se retiraron con la misma indulgencia feliz. Misteriosamente satisfechos. Igual que ayer, cuando el Madrid quedó apeado de la primera de las tres competiciones que disputaba.

"Nuestra afición sabe interpretar los encuentros. Por eso nos ha aplaudido", matiza Robinho
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Otra bronca

Los inviernos estériles, las primaveras sin emoción, los años sin títulos..., se suceden en el Bernabéu sin dejar rastro ni pena. Sólo un reguero de millones de euros que se pierden sin efecto: esta temporada, el Madrid se ha gastado 140 millones en fichajes. Pero el público sigue esperando. Sigue aplaudiendo. Ayer, los jugadores se fueron a la ducha bajo una calurosa ovación de despedida. Los seguidores también piensan como Capello.

"El público del Bernabéu es inteligente, no sólo exigente", dijo Robinho. Con una chaqueta de Dolce y Gabana azul, un par de vaqueros y unas Air Jordan blancas, el brasileño se marchó del campo impecable. Ayer fue el goleador del Madrid, pero su tanto resultó inútil. Su dictamen de la afición en un día complicado, en el que muchos pronosticaban una revuelta popular, tuvo el tono de un analista de mercado que recomienda endeudarse para crecer: "Este público sabe interpretar los partidos y quiere ver buen fútbol. Hoy ha visto buen fútbol y nos ha aplaudido. Si no lo hubiera creído así, no nos habría despedido con una ovación. Aquí, cuando jugamos mal, nos pita. Y hemos hecho el mejor partido de la temporada. Cada día estamos más unidos. Cada día jugamos más ensamblados. Es cuestión de tiempo. Hay que respetar lo que manda el comandante".

El comandante al que se refiere Robinho es Capello. Y manda. Toma decisiones sorprendentes que no termina de argumentar convincentemente. Como dejar a Ronaldo y Beckham en la grada. Dos tipos que cobran, entre los dos, 24 millones de euros brutos por año. Ayer fueron completamente inutilizados a pesar de que la plantilla no es muy larga. A Capello parece no preocuparle. "La línea que hemos tomado es ésa", dijo el italiano cuando le preguntaron por las ausencias. No dio más explicaciones. Pero se las volvieron a pedir en la sala de prensa. Y dijo: "Ronaldo [sólo] lleva dos días entrenándose después de una lesión".

A Capello también lo interrogaron sobre Beckham. ¿Y si hubiera tirado él la falta del minuto 91 y no Sergio Ramos? "¿Beckham?", profirió; "me parece que, desde que está en el Madrid, Beckham ha metido dos o tres goles de falta directa. Además, esa falta la tenía que tirar De la Red, pero, al final, el que le pegó fue Sergio Ramos".

"Antes me pedían que pusiera jugadores de la cantera", se quejó Capello con una sonrisa socarrona; "ahora los he puesto y me preguntan que por qué no pongo a los otros".

"Hemos jugado un partido muy bueno", insistió el técnico; "pero hemos tenido mala suerte: no nos han pitado un penalti claro. El fútbol es así. Hemos tenido muchas ocasiones. Eso es lo importante. Que llevemos dos goles en los últimos cinco partidos no me preocupa.

Doblas, el portero del Betis, salió de la ducha con la sonrisa ancha. El hombre explicó que el objeto que le lanzaron los ultrasur, entre bocadillos y botellines de plástico, fue "un teléfono móvil". También describió el aparato como "uno de esos malos, que pesan mucho". Para cerrar su comparecencia confirmó las impresiones de Capello y Robinho: "El Madrid ha jugado muy bien. Tuve la sensación de que cualquier balón cruzado de ésos que metían se iba a colar. Apretaron. Pero pasamos".

Una de las trifulcas entre los jugadores en los minutos finales del encuentro.
Una de las trifulcas entre los jugadores en los minutos finales del encuentro.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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