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Actriz de altura

Cuando Antonio Valero comenzó con Emilio Aragón en la serie Médico de familia, la actriz Isabel Aboy le llegaba por el hombro y ahora que forma parte de su compañía en la obra La mujer que se parecía a Marilyn, de Eduardo Galán, ella le saca la cabeza. Esta madrileña, de 24 años, que mide 1,84 y compagina su trabajo en las tablas con el de psicóloga del departamento de recursos humanos de una empresa, a la vez que realiza el doctorado, sostiene que a su compañero -con el que mantiene un idilio en la ficción- sólo le ha cambiado el color del pelo. Del resto dice que ha ido a mejor... Valero no sólo estrenó obra en Segovia, el pasado fin de semana, sino que también tomó la alternativa como director en una comedia dramática y romántica donde María Luisa San José evoca a Marilyn Monroe, en un reparto en el que también intervienen Alejandro Arestegui y Mónica Regueiro. Como regalo, el autor obsequió a los actores con La tregua, de Mario Benedetti, porque tiene cierto paralelismo con su guión. El azar quiso que el hotel en el que se alojó Aboy estuviera plagado de citas de escritores y que, precisamente a ella, le tocara en su habitación una del poeta uruguayo.

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