Manuel Fernández Jiménez, sindicalista
Fue secretario general del Sector Postal de Badajoz de CC OO
Otra vez la vida se desordena, y 2007 ha querido alumbrarse de la peor de las maneras, arrebatándonos a un buen y querido amigo, y haciendo de lo que debió ser un esperanzador inicio un súbito y triste final; ni su innata alegría, ni nuestros inmensos deseos y solidaridad, ni sus muchos méritos, que los vertía, han podido esquivar una enfermedad mal encarada y recia que se empeñó en cuestionar su vida. Manolo Fernández Jiménez, nuestro Manolo, con el poso amargo de las despedidas indeseables, nos ha dejado de forma definitiva; si hablara desde el dolor diría que reniego, reniego de todo, reniego de más; pero si hablo desde Manolo, el buen tipo que yo conocía, he de reconocer que su ausencia no hace sino delimitar y resaltar los confines de la vida, agrandándolos, ensanchándolos y dándole todo el sentido, el sentido que él enseñaba, el que él profesaba y prefería.
Comentábamos hace no tanto, querido Manolo, que la vida es "un libro leído una sola vez hace mucho tiempo", y la verdad es que con tu ida te quedas conmigo tú, lectura única e irrepetible, que enraíza y que crece, que mima y sorprende, que brilla y conmueve, que prende y se anida, que anida por siempre. Los hombres y mujeres de CC OO, tus amigos y amigas, nos sentiremos siempre afortunados y orgullosos de haber sido parte de ti, sin que nunca, ni con muerte por medio, dejemos de serlo. Serás nuestra eterna lectura aunque he de reconocer, y me perdonas esta flaqueza, te echaremos mucho, mucho de menos.
Hasta siempre, querido amigo.
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