"Nunca vamos a seguirles el juego a las discográficas"
Vuelven Tony Lomba y Elio dos Santos, reyes del 'wachu wachu'
Si Tony Lomba (Germán Fandiño) es una mezcla entre Jackson Browne, Dyango e Iggy Pop -o Adriano Celentano-, y a Eladio Santos le agrada que lo identifiquen con Bambino, Astrud o Beck -pero no por separado-, comprobar cómo interactúan es todavía más interesante.
Diez años después de la separación de Los Tres Sudamaricones (El gran salto a la fama) y del famoso disco Pareja de hecho, aquel homenaje a la canción melódica italiana con haikus, rock y copla electrónica, Tony Lomba (Germán Fandiño) y Elio dos Santos (Eladio Santos) volvieron a reunirse, la pasada noche de Santos Inocentes, en la Fábrica de Chocolate viguesa. El año pasado ya regresaron oficialmente -en Nochebuena, a las tres de la mañana-, pero esta vez parecen decididos a fijarse como tradición navideña. Pese a una cierta sensación de revival que ellos mismos explotan, el éxito está garantizado.
Para empezar, Fandiño -ahora metido en la promoción inmobiliaria- dijo: "Os vais a enterar de lo que son dos mariconas calientes". Y empezó a revisar la música del programa televisivo Torneo. Después, con Eladio a la guitarra acústica y un pequeño Behringer como mesa de mezclas, el cantante abrió a otras armonías Toda (te necesito toda), la canción de Jesulín de Ubrique. El romanticismo de Los Tres Sudamaricones se hizo mensurable con Idiota y carne en Leticia Sabater, coreada por todos. "Hay una especie de antología del pudor circulando por ahí", dijo Fandiño, preguntado después por la supuesta vulgaridad de algunas letras. Santos lo explicó recurriendo a la génesis de su estilo, el wachu-wachu (letras en inglés, italiano, francés o ruso): "Germán nunca se aprendió las letras". El cantante improvisa muchas veces, y la exageración forma parte del espectáculo. "Lo nuestro es cabaré, y la gente lo entiende. Otra cosa es que no venda", señaló Fandiño [Pareja de hecho no superó las 2.000 copias].
El repaso al disco que salió de las cenizas de Los Tres Sudamaricones fue completo, con algunas apoteosis: Bunbury, una sátira del mesianismo escénico del cantante zaragozano, Ese amor de la abuela, Me la meto toda (Himno de afterhours), Hoy es un día especial y Tengo fe, con la que cerraron el concierto después de dos horas.
"No tenemos prejuicios, pero el problema es que no se puede trabajar con las discográficas. Sony nos aconsejó meter gaitas en Pareja de hecho , y yo les dije que gaitas, lo que se dice gaitas, ya teníamos dos", relató Fandiño. "Esto no es una causa perdida, pero no vamos a seguirles el juego".
Elio dos Santos, que compagina los trabajos alimenticios con el disco Esto que tienes delante, de su proyecto Elodio y los Seres Queridos, no tiene la sensación de estar desperdiciando su reconocido talento como compositor pop. "Yo me considero afortunado y feliz. Hago lo que me gusta. Más ingrato es trabajar en una fábrica".
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