Maravilloso 'zugzwang'
Blancas: R. Ponomáriov (Ucrania).
Negras: A. Morosiévich (Rusia).
Memorial Tal. Moscú, 28-12-2006.
El final de esta partida podría ser uno de esos maravillosos estudios compuestos que publicamos aquí los sábados. Y además es sumamente instructivo sobre varias cuestiones. Entre ellas la del zugzwang, palabra alemana para explicar las situaciones donde la obligación de efectuar una jugada lleva a la derrota. La ventaja de espacio de las blancas es evidente, así como su útil mayoría de peones en el flanco de dama, con el peón pasado en c4, la estrangulación de la mayoría negra en el ala de rey y la debilidad del peón de h7, en casilla blanca, por tanto capturable por el Af3. Muy bien, pero todo eso no servirá de nada si no se encuentra la manera de invadir el campo de las negras. Y esa penetración no es nada fácil. Por ejemplo, el cambio de torres inmediato no da más que tablas. Pero hay, muy escondida, una maravillosa maniobra de zugzwang con la que va a deleitarnos Ruslan Ponomáriov: 45 Td6+! (tras 45 T - d7?, A - d7 46 Rd4, Ac8, el rey blanco no podría penetrar; tablas) 45... Rc5 46 Rf4! (zugzwang: las negras tienen que tomar en d6, habilitando la casilla e5 para el rey blanco) 46... T - d6 47 e - d6, R - d6 48 c5+!, R - c5 49 Re5, Aa6 50 Rf6, Rd6 (cuidado: la partida aún no está ganada, y hay trampas sutiles) 51 Ae4!! (Ponomáriov no olvida una fineza imprescindible porque tras 51 Rg7, Re7 52 R - h7, Rf8, el rey blanco estaría encerrado, y habría que forzar el empate con 53 Ae4, e5 54 A - g6, f - g6 55 R - g6, Ad3+ 56 Rf6, Rg8 57 R - e5, Rh7 58 Rd4, Ab1 59 Rc4, A - a2 60 Rb5, A - b3 61 R - a5, tablas) 51... Ae2 52 R - f7, Ag4 53 A - g6, y Morosiévich se rindió. Correspondencia: ajedrez@elpais.es
Vea la partida |
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.