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Reportaje:Natación | Campeonatos de Europa en piscina de 25 metros

Un valor recuperado

La medalla de oro devuelve la confianza al velocista Eduard Lorente

A la decepción en los Europeos en piscina olímpica (50 metros) de Budapest del pasado verano le siguió la satisfacción de alcanzar el oro en los 50 metros libre (21,53s) la semana pasada en la corta (25) de Helsinki. Eduard Lorente es desde hace algunos años uno de los referentes de la natación española. Sin embargo, sus últimos resultados no invitaban precisamente al optimismo.

"Él mismo había caído en una cierta depresión porque las cosas no le salían a pesar de la intensidad que siempre ha puesto en los entrenamientos", explicó ayer Joan Fortuny, el entrenador que le ha llevado a conseguir sus mejores resultados; "Lorente es muy exigente consigo mismo. Es serio en los entrenamientos y se exige siempre al ciento por ciento. Por eso, cuando las cosas le van mal, su disgusto es más grande".

Concluir 16º en Budapest fue un golpe duro. Y tanto él como todo su equipo establecieron un plan de choque para evitar el hundimiento total a sus 29 años. "Se fue de vacaciones a las islas Fiyi, en la Polinesia, y regresó como nuevo", agrega Fortuny. Luego, empezaron a trabajar de nuevo en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, pero con cambios sustanciales en el plan de preparación: "En vez de hacer dos sesiones diarias de agua, pasamos a realizar sólo una. En cambio, trabajamos con más intensidad la preparación física acudiendo dos veces diarias al gimnasio".

Era lo que Lorente necesitaba. Él no es el típico velocista de 1,90 o 2,00 metros que queman la piscina en dos brazadas. Necesita sentirse muy fuerte y depurar al máximo su técnica para alcanzar su mejor nivel. Y sentirse tranquilo y respaldado. "Hay algunos aspectos que han hecho posible este éxito: mi entrenador, la familia, pensar en positivo y hacer yoga", confiesa el barcelonés; "ello me ha permitido alcanzar una tranquilidad personal que hasta ahora no sentía".

Lorente comenzó a competir muy tarde, a los 17 años, y sorprendió en 1999 al proclamarse campeón de España de los 50 metros libre. Su carrera pudo truncarse en 2002 porque tuvo que operarse de una arritmia: alcanzaba las 260 pulsaciones en situaciones extremas. Salvado aquel problema, su explosión parecía cantada. Se produjo en los Campeonatos de España en piscina larga de Cádiz 2004, cuando estableció la mejor marca mundial del año en 50 m. libre (22,12s) y brilló en los 100. Aquella progresión se reflejó en los Europeos en piscina corta de Viena, también en 2004. Logró la primera medalla de su historial:el bronce en los 50.

Sin embargo, en 2005 los resultados no le acompañaron y las dudas aparecieron en el horizonte. Hasta que el pasado jueves se colgó el oro en los Europeos que ayer finalizaron en Helsinki. "Miro el futuro con más optimismo. Creo que aún puedo hacer algo más grande", confesó Lorente, el único medallista español junto a Erika Villaécija, bronce en los 800 m. libre.

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