Waterpolo sin piscina

¿Se imaginan a un equipo de fútbol de Primera sin campo para jugar? ¿O a uno de la ACB sin pista de baloncesto? Algo parecido le sucede a Joan Jané. El entrenador más exitoso del deporte español, doble campeón del mundo de waterpolo con la selección española (1998 y 2001) y oro olímpico en Atlanta 1996, no tiene piscina para seguir con su equipo, el Waterpolo Mayve Valencia, en División de Honor el próximo curso. La Federación Española de Natación le ha lanzado un ultimátum: o el club cuenta antes del verano con una piscina reglamentaria de 33 x 25 metros, en que acoger un campo de 30 x 21, o el equipo perderá la categoría o deberá mudarse de ciudad. El Waterpolo Valencia juega en Nazaret, cuya piscina es de 25 x 16. Insuficiente.

"Con mi trayectoria, esto es un poco triste para mí, pero es la realidad. O me cruzo de brazos y digo 'qué dolor' o pido una solución. Egoístamente pienso que los políticos han de hacer un esfuerzo", reclama Jané (Barcelona, 1953). No le faltan argumentos. Mientras el gobierno valenciano invierte decenas de millones de euros en la Copa del América y negocia acoger un Gran Premio de Fórmula 1, la ciudad no tiene piscina olímpica. "Es una paradoja. El vestuario está muy preocupado. Cada día trabajamos a tope, pero dentro de nosotros existe la preocupación. '¿Qué pasará la próxima temporada?'. En la Federación se han puesto firmes. El sueño sería una piscina olímpica, de 50 metros", pide Jané.

La Federación exige una piscina de al menos 33 x 25 para competir en División de Honor. Hasta ahora había concedido una moratoria a algunos de los 12 clubes de la categoría, como el Waterpolo Valencia, el Mataró y el Hospitalet, para jugar en una pileta con medidas menores. "La norma existe desde siempre, pero se hizo una excepción para piscinas de 25 metros. Ya no, se acabaron los plazos. Sin piscina reglamentaria, bajarán de categoría o deberán irse a Castellón o Elche", asegura Juan Jardón, secretario administrativo de la Federación. "Todas las grandes capitales tienen una piscina de 50 metros. Hasta ciudades medianas como Gijón, Orense y Pontevedra. O las instituciones valencianas se ponen las pilas o no hay equipo", añade.

El Waterpolo Valencia pagó el curso pasado el peaje por carecer de una piscina olímpica. El equipo jugó las eliminatorias por el título, como los octavos de final ante el Barcelona, como visitante. "No nos permitían jugar en casa", se lamenta Jané, "y eso es conceder demasiada ventaja". El ex seleccionador, cargo en el que estuvo 11 años, cumple su segundo año en el club y le quedan dos más de contrato. El equipo ha superado sus problemas económicos y está a punto de jugar la Copa.

El club ha presentado al Ayuntamiento una propuesta para cubrir la única piscina en Valencia de 33 x 25 metros, la del Parque del Oeste, con una manta térmica por la noche. "Así mantendríamos la temperatura a 25 grados y podríamos jugar a mediodía", explica Jané. Eso sin contar con los eventuales problemas de frío y lluvia. La Federación sólo permite al Martíanez, de Tenerife, jugar en una piscina descubierta gracias al clima cálido de la isla. La próxima Liga comienza en octubre y la Federación exige en julio una solución.

El proyecto de una piscina olímpica en Valencia ha quedado enterrado por inversiones como la Copa del América. Las instituciones dieron luz verde al complejo Piscinas del Balcón al Mar, que estaba previsto que comenzara a construirse en 2004. Pero la idea se ha estancado por la falta de dinero.