La falta de Ronie vista desde dentro
El Barça logró arruinar el plan del Werder, y Mertesacker asume: "Salté como un 'amateur"
El día siguiente a que Ronaldinho arruinara los sueños del Werder, en Barcelona no se hablaba de otra cosa, mientras en Bremen el entrenador, Schaaf, y los suyos seguían flagelándose, asumiendo errores. "El primer gol es fallo nuestro", dijo el técnico. Sus jugadores dieron las claves del cúmulo de coincidencias que permitieron a Ronaldinho robarles la cartera.
Ronaldinho no improvisó, el disparo que sorprendió a medio mundo estaba previsto. Se lo dijo a Boris Becker ante las cámaras de Première, el canal de pago alemán que tiene los derechos de transmisión de la Liga de Campeones. El ex tenista siguió el partido desde el palco, como acostumbra en todos los campos que visita, pero al finalizar bajó al túnel de vestuarios. Allí, fue el único que consiguió declaraciones de Ronaldinho tras el partido. El Gaucho se explicó: "Había ensayado el golpeo, sabía que era imposible lanzar la pelota por encima de la barrera porque son muy altos" aclaró.
Ronaldinho: "Ensayé. Sabía que no podía tirar por encima de la barrera, porque son muy altos"
Al parecer, sólo Deco conocía las intenciones de Ronie; hay quien le señala, incluso, como promotor de la idea. Pero la jugada que le abrió el camino de octavos al Barça no empieza y acaba en el remate letal y certero con el interior de su nueva bota negra R10. Giuly y Márquez hicieron añicos la estrategia defensiva del Werder.
En la pizarra, la consigna de Schaaf era clara: Almeida (1,98 metros), Klose (1,82 m), Naldo (1,98 cm) y Borowski (1,94 m) componían la barrera de cuatro hombres; el central Mertesacker debía proteger el palo más alejado de la posición que ocupara el portero Wiese.
Durante unos segundos, se cumplió el plan. Los 198 centímetros del central se fueron al palo izquierdo de la portería. "Entonces, dos jugadores del Barcelona se dieron cuenta y se situaron en tierra de nadie, por delante de mí y Mertesacker, a espaldas de la barrera", explica Wiese. "Ahí estuvo nuestro primer error", aseguró el portero, que añadió: "Me acordaré de esta jugada toda mi vida. Incluso cuando deje el fútbol profesional y vuelva al pueblo a jugar de delantero, seguiré pensando en esa jugada", añadió el cancerbero tras el duelo. Eso sí, consideró que el gol que más daño le ha hecho de los tres que le ha metido el Barcelona este año fue el de Messi en Bremen, con el partido a punto de terminar, que significó el empate a uno. "De no ser por aquel tanto, la visita a Barcelona hubiera sido un viaje de placer", consideró Wiese.
Mertesacker, a quien el balón le pasó por debajo de los pies, asumió su culpa: "Nunca debí saltar. Mido casi dos metros y me bastaba con ponerme de puntillas para evitar que el balón me pasara por encima de la cabeza", dijo el internacional, que concluyó: "Me comporté como un amateur".
El del martes fue el tercer gol que Ronaldinho le marca al conjunto alemán. El primero, el año pasado en Bremen de penalti; el segundo en el partido de vuelta en el Camp Nou, también en el saque de una falta, bastante más lejana y ladeada que la que dio pie al increíble gol del pasado martes.
Ese tiro raso y seco no fue la única acción novedosa en las jugadas de estrategia del equipo, no fue la única novedad a balón parado del Barça, que lanzó los tres primeros saques de esquina en corto. Iniesta, que es duda para el partido del sábado contra la Real por un esguince en el tobillo izquierdo que le impidió acabar el partido, se la devolvía a Deco buscando acciones en movimiento más difíciles de defender. También Gudjhonsen defendió el primer palo de Valdés en las acciones a balón parado de los alemanes.
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