Tavano toma cuerpo y el Valencia se pasea

El Valencia se divirtió en una agradable pachanga ante un rival encantado de pisar Mestalla. Si una mala cara, el Portuense sólo quiso jugar según sus posibilidades y aprovechar las concesiones del portero local Butelle. El resto fue un paseo valencianista. Para Tavano, que entró por el lesionado Regueiro, y ofreció en su debut en Mestalla un catálogo interesante de recursos: pase, desmarque y velocidad. Intentó, además, el más famoso de Vieri en su etapa en el Atlético de Madrid: aquel en que, desde la línea de fondo, golpeó con efecto con la bota izquierda y envió a las redes. Tavano probó con la derecha, aunque el portero evitó el tanto. No merece pagar con el ostracismo el choque entre Quique y Carboni, que ayer volvió a atacar al entrenador al grito de "quien no esté a gusto, que baje del barco".

A lo Laudrup, mirando a la grada mientras disparaba a la escuadra, Silva fabricó un gol de fútbol-sala con Morientes, en una sesión de pases pequeños y deliciosos. Morientes se sintió generoso y también regaló el segundo tanto: amortiguó el balón con el pecho y lo dejó atrás a Hugo Viana, que chutó con la derecha, su pierna de apoyo.