El Betis se da una alegría a costa del Recreativo

El Betis sufre su existencia. El entrenador se mantiene por no manchar su palabra ni su pasado, los futbolistas tienen la moral de un trapo y la directiva es un monumento al disparate. Ayer no le quedaba más remedio que ganar para evitar que todo fuera aún peor. Y lo consiguió. El partido fue desangelado , bastante desquiciado por el árbitro.

El Recreativo jugó con la extrema actualidad del Betis y afrontó el encuentro definitivo de la eliminatoria copera con la clara intención de contener al equipo bético hasta el desquicie e intentar pescar algo en un contraataque. El prometedor defensor Arzo reforzó el centro del campo y junto a Barber lograron neutralizar gran parte del juego entre líneas de los verdiblancos. Odonkor, tan veloz en la carrera como impreciso en el pase, les rompió el guión por la banda derecha. El alemán consiguió ayer que sus virtudes compensaran sus defectos y supo encontrar a Sobis al menos en un par de oportunidades. Una en la primera mitad que el brasileño acabó con un tiro fuerte pero demasiado elevado y otro en la segunda que el delantero embocó desde el área pequeña.

Pero la historia del encuentro cambió con una extravagante decisión del árbitro. A cinco minutos del descanso vio penalti en un forcejeo entre Arzo y Nano al saque de un córner. El Betis se adelantó y a punto estuvo de rematar un par de minutos después cuando cabezazo de Sobis lo remató en fuera de juego Maldonado. La pelota entraba y era legal.

La segunda mitad nació distinta. Le tocaba al Recreativo jugársela, pero el Betis no le dio a intentarlo. Odonkor se coló de nuevo hasta donde quiso y habilitó a Sobis para que marcara el gol antes mencionado. El árbitro compensó su error anterior pitando otro penalti inexistente, éste a favor del Recreativo, pero compensó la compensación obligando a Uche a repetir el saque después de haber marcado. El segundo lo falló. El Recreativo, que acabó con nueve jugadores, pagó su enfoque especulativo. El Betis ganó y lo mereció, pero sobre todo ganó.