Xavi y Gudi despiertan al Barça

Xavi y Gudjohnsen despertaron de la modorra al Barcelona que, por momentos, también en Badalona, recordó el mal juego que había desplegado en los últimos partidos. El equipo azulgrana salió vivo en la primera parte gracias a la falta de acierto de los jugadores del Badalona y, especialmente, al buen partido de Jorquera, que demostró otra vez que se puede contar con él. Luego, Xavi cargó con el equipo y dos goles de Gudjohnsen sentenciaron la eliminatoria. Queda la vuelta en el Camp Nou, se supone que un mero trámite tras un partido en el que el Barça ofreció dos caras muy distintas.

El Badalona no pudo presentar a su mejor equipo, por culpa de las lesiones y de la sanción que cumplía ayer Cámara, su capitán; pero, con todo, en algunos momentos superó al Barcelona. Más tensos, mejor colocados y más juntos, llegaron siempre antes y sacaron fruto de su presión. El equipo de Rijkaard se partió en dos muy pronto, así que defendía o atacaba. Con tres mediocampistas -Xavi y Motta, con Gudjhonsen por delante como enlace, actuando a la espalda de Saviola-, no tuvo nunca la pelota. En vista de la incapacidad para generar ocasiones y controlar el juego, Rijkaard prefirió alternar a Gudi con el argentino, por lo que en punta se ofrecía una referencia de mayor envergadura.

Xavi y Motta se metieron en un bosque poblado de efectivos azules que les hicieron la vida imposible. La idea era que Gio y Zambrotta se adelantaran, pero Blanco y Monty les exigieron mucho, aislando a los dos mediocentros. No hilvanaba el Barça, porque Xavi no encontró con quién jugar, así que tardaron 24 minutos en ver puerta. Xavi dejó a Gudjohnsen ante el portero Relaño, que le ganó el mano a mano. El islandés fue protagonista también del segundo y último remate barcelonista durante el primer tiempo. Excepto aburrir a los espectadores, el Barça no hizo más. Le costó frenar el dinamismo badalonés, que sumó hasta cinco remates y dos claras ocasiones, un tiro de Ramírez y otro de David Prats.

Salvados los muebles, Motta se quedó en el vestuario, siendo sustituido por Edmilson, que, más dinámico, se encontró con Xavi. Apoyado por la mayor presencia de los laterales en el medio campo, Xavi sacó al equipo de la cueva y le hizo jugar más en el campo del Badalona. A medida que rebajaba el tono físico el Badalona y crecía Xavi, el Barça marcaba diferencias. Una hábil acción de Saviola sirvió a Gudjohnsen para certificar la superioridad. Repitió Gudi marcando el segundo gol, al recoger un rechace del portero, exigido tras un disparo de Ezquerro. El Barça había despertado, pero eso no evitó que el entusiasta Badalona encontrara el premio del gol gracias al penalti con el que fue castigado un forcejeo de Oleguer con Isaías.