La soledad de Dueñas
El 'pívot' fichado como pilar del Akasvayu el curso pasado se entrena en solitario al no contar Pesic con él
Hoy, como cada día desde hace algo más de un mes, Roberto Dueñas (Madrid, 1975) hará su bolsa de entrenamiento, cogerá su coche y se dirigirá a Fontajau para entrenarse. En la pista del Akasvayu Girona le esperará el preparador físico del equipo. Nadie más. A sus 30 años, el pívot vive al margen del equipo que le contrató el curso pasado como uno de sus fichajes estrella. Su segundo encuentro con Svetislav Pesic no ha tenido buena continuación. El técnico serbio, que ya le entrenó en el Winterthur Barcelona hace dos temporadas, no cuenta con él. Y Dueñas, rey de los aros españoles en el último decenio con sus 2,21 metros de estatura, se niega a abandonar Girona sin resolver su situación contractual.
El club y el jugador están de acuerdo en rescindir el contrato, pero no en la cuestión económica
"Es una situación desagradable porque no me dejan entrenarme con mis compañeros ni participar de la disciplina del equipo", se lamenta Dueñas, que tiene aún este año de contrato. "Así las cosas, lo más lógico es que llegáramos a un acuerdo para la rescisión, pero lo que me ofrecen no me parece justo", añade. Desde ángulos opuestos, ése es casi el único punto en el que parecen coincidir jugador y club. "Lo mejor que podría pasar es que llegásemos a un acuerdo económico, pero el jugador no parece demasiado interesado. Prefiere continuar en esta situación y nos pide unas cantidades que no nos parecen adecuadas", apunta el director general del Akasvayu, Antonio Maceiras.
Viejos conocidos del Barcelona, ni siquiera su antigua relación ha servido hasta ahora para desbloquear una situación que puede acabar en los tribunales. "Es una posibilidad", confirma Maceiras. "Otra es que se ponga al nivel físico que se le exige y se vuelva a contar con él", agrega, consciente de que eso, más que una posibilidad, es casi una quimera.
Nada más aterrizar en Girona, Pesic le hizo saber a Dueñas que no contaba con él pese a que después se lo llevó a la concentración de la pretemporada e incluso le hizo disputar un par de partidos amistosos. El pívot madrileño se lesionó después y ya no se le permitió regresar a la disciplina del equipo. "Dueñas fue separado exclusivamente por razones deportivas. Los técnicos y los médicos lo consideraron así", insiste Maceiras.
Las diferencias, sin embargo, son económicas. "El jugador no nos interesa deportivamente y cobra tres veces más [700.000 euros] de lo que le pagaría cualquier club", admite el director general del Akasvayu; "él sabe que no puede salir al mercado y esperar que le paguen ni la mitad de lo que percibe aquí. Por eso mantiene esta situación. Si tenemos que pagarle, preferimos tenerlo aquí por si lo necesitamos en algún momento".
Dueñas, que ha recibido el respaldo público de su ex compañero Raül López, se remite al contrato que el Akasvayu le extendió el curso pasado, en el que, entre otras cosas, se estipulaba su renovación automática por una temporada más si disputaba más de 20 partidos. "Los contratos están para cumplirlos. Lo único que puedo hacer es tener paciencia y esperar a que la cosa se solucione", dice el jugador, por cuyos servicios llegó a interesarse el Joventut. Las conversaciones están estancadas. El Akasvayu le ha asignado dorsal (el 12) para cubrirse las espaldas y el asunto puede acabar en los tribunales si una de las partes no da un paso al frente antes. La situación de Dueñas es el único punto negro en un club que va viento en popa. El equipo cuenta sus partidos por victorias -ayer se impuso al Unicaja- y se encuentra en lo más alto de la tabla clasificatoria junto al Madrid y el Tau.
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