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Feria Valencia toca techo y estudia su futuro

El grueso de los ingresos de una institución que debe pagar 675 millones llega de cuatro certámenes

Feria Valencia ha tocado techo. El recinto ha culminado su ampliación hasta alcanzar una superficie de exposición de 320.000 metros cuadrados en ocho pabellones, disponer de 62.000 metros cuadrados de aparcamiento y de un pabellón capaz de albergar cuatro mil asistentes en un congreso. Todo ello con una inversión de 675 millones, el doble de la previsto, que la institución debe pagar durante 25 años. Canales de comercialización alternativos y nuevas fórmulas de venta ponen en entredicho la necesidad de semejante gasto cuando el grueso de los ingresos de la institución procede de apenas cuatro certámenes.

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Cada metro cuadrado de expositor en la feria se ha disparado en los últimos años
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Los industriales del mueble y la iluminación todavía intentan digerir la última edición de Hábitat Valencia Forward, un escaparate que agrupa la Feria Internacional del Mueble, la Feria Internacional de la Iluminación y la feria de los complementos y la decoración DECO Cevider, mientras una joven industrial presenta en Madrid un modelo de ventas virtual que permite al cliente decorar su vivienda por ordenador, remitir el encargo y recibir su pedido en casa tres meses después.

Cada metro cuadrado de expositor en el escaparate de la feria se ha disparado en los últimos años en relación directa a los sobrecostes de las obras de ampliación de Feria Valencia. Y los tres industriales del mueble que más facturan en España ni siquiera han acudido al último certamen. No lo necesitan. Lo mismo que Porcelanosa, una de las marcas de productos cerámicos más reconocidas en todo el mundo, tampoco ha plantado un expositor en las últimas ediciones de Cevisama, uno de los mayores escaparates mundiales de las últimas tendencias de la industria de pavimentos y revestimientos cerámicos.

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Ignacio Mateu, director de comunicación de Feria Valencia, explica que Hábitat Valencia Forward, por ejemplo, ha tocado techo. "Es muy difícil que la feria del mueble, la iluminación y la decoración reciba más de 80.000 visitantes profesionales", comenta Mateu, "por la sencilla razón de que el número de puntos de venta, representantes y comerciales españoles no varía de año en año y el número de visitantes extranjeros está en relación directa a las promociones específicas". El recinto, al menos, no debe requerir ampliaciones inmediatas. Pero ¿es necesario acudir al ritual?

Un reconocido industrial del sector de la iluminación sostiene que sí, que hay que acudir a la feria. En primer lugar, porque "es un reflejo del sector". Vender, o no, depende de la calidad del producto, de la capacidad para innovar en cada edición y del olfato para anticiparse a las demandas del mercado de parte de cada industrial. Pero asistir es clave "para seguir las tendencias", por un lado, y "para constatar que todavía tienes los mejores proveedores", por otro. El mismo industrial apunta que el mercado nacional del mueble, iluminación y decoración "está flojo" y que muchos proveedores "han dado la espalda a la última edición" de Habitat. Pero subraya que, por el contrario, los compradores internacionales han sido muy activos.

Al margen del negocio de unos y otros industriales, Habitat ocupa el recinto ferial durante cinco días, lo mismo que Cevisama. Y, cada dos años, TextilHogar, por un lado, y Maderalia y Fimma (Feria Internacional de maquinaria para la madera e industrias auxiliares) por otro. Los cuatro certámenes llenan el escaparate durante 20 días y generan hasta el 70% de los ingresos de Feria Valencia, según un miembro del comité director; algo más del 60%, según el director comercial de la institución.

Ignacio Mateu, sin embargo, apunta que "sería injusto identificar la calidad de un certamen con el volumen de ingresos que genera". Así, la Feria Internacional de la Moda Infantil, por ejemplo, "ocupa poco espacio porque los expositores son pequeños, pero agrupa a la práctica totalidad de los industriales del sector y es una referencia indiscutible". Lo mismo que el escaparate de Puericultura o el inminente Salón de la Franquicia, que se consolida como uno de los certámenes más atractivos en su sector.

Haydee Calderón, miembro del Instituto de Economía Internacional, valora la ampliación del recinto y repite que cada feria es reflejo de un sector. "Si Feria Valencia quería ser un centro de referencia en su ámbito tenía que hacer una inversión importante" para lograr una infraestructura adecuada, tal y como ha hecho. Calderón recuerda, además, que las ferias europeas han vivido, en líneas generales, un "fuerte desarrollo" que amenazaba con dejar "un poco relegada a Feria Valencia" si ésta no movía ficha. Muchas empresas deben elegir entre los distintos certámenes sobre un mismo sector que ofrece el calendario. Las ferias, además, ya no son vistas tanto como un foro de compra y venta, sino como un punto en el que fidelizar clientes y establecer relaciones. Por ello, Calderón subraya la importancia de la especialización y también cree que la dispersión de ferias "tiene sentido siempre que el sector dé de sí, si cada feria se especializa en una parte del sector. Si todos hacen lo mismo para el mismo mercado están haciendo canibalismo de cuota de mercado".

La profesora valenciana repite una reflexión que se comparte en las ferias y que indica que al final éstas son reflejo de su sector. "Nuestra feria tiene muchas posibilidades y no se puede desvincular la marcha de la feria de la del sector", resume.

Alejandro Mollá, catedrático de Marketing de la Universitat de València, por su parte, defiende la innovación de la marca que supone la marca Hábitat para los escaparates del mueble, la iluminación y la decoración y coincide con Mateu al defender que las ferias pequeñas relacionadas con sectores productivos "tienen sentido". En líneas generales, el catedrático valora la iniciativa de sumar sinergias de Hábitat Valencia Forward y sugiere que incluso podría albergar otros productos igualmente complementarios porque el guión de ventas lo marca el mercado cada vez de forma más clara, y "el mercado reclama una oferta global". Mollá defiende, incluso, que Hábitat es un modelo a seguir para otros certámenes. El experto en estrategias de mercado, finalmente, está convencido de que la competencia no es tanto local como internacional, por lo que apuesta por atraer cada vez a más compradores internacionales.

Francisco Pons, secretario general de Federmueble, incide en la necesidad de atraer compradores extranjeros. "Una adecuada infraestructura es necesaria para que la feria sea atractiva", defiende, "para que suene en el mundo, y la clave está en recibir profesionales extranjeros". Pons asocia el éxito de Ikea, el fabricante de muebles sueco, "al culo veo, culo quiero, mucha gente está dispuesta a llevarse un mueble que debe montar en casa sólo porque se lo puede llevar al instante". Pero defiende el concepto tradicional de las ferias "porque la gente quiere tocar, es imprescindible palpar la textura, comprobar los colores" y porque "reflejan la efervescencia de un sector". "La gente quiere tocar".

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