Sobre la incertidumbre

Valientes acobardados

Si el miedo es el desasosiego ante un peligro desconocido y el temor una defensa ante el miedo reiterado, no hay duda de que nos encontramos en la engorrosa situación intermedia del que ignora qué va a pasar aquí

No es la convicción, sino el miedo, lo que lleva al Papa a pedir perdón a los musulmanes por una intervención desafortunada en su ciudad natal. A estas alturas, incluso una expresión tan valenciana, y curiosa, como "Estic més fart de tu que Mahoma de la cansalá" será políticamente incorrecta, ya que vincula el hartazgo emocional con una desaforada afición del Profeta a consumir grasa de cerdo. Por eso no extraña, por miedo, nada que ver con la irreverencia, que diversas poblaciones valencianas celebrantes de las fiestas llamadas de Moros y Cristianos dulcifiquen o eliminen de su diversión particular las jocosas o petarderas referencias a Mahoma. Porque para petardos de alto estanding, los de los pendencieros que se inmolan en nombre de un Islam a su medida. Poco se puede hacer contra quien está dispuesto a morir por sus creencias. Lo malo es que acostumbra a morir matando, en lugar de dejarse ir tranquilamente. Fervientes depositarios de una ilusión carnicera que suma la fe del carbonero a la eutanasia colectiva.

Políticos en oferta

Para que la corrupción prospere se requiere de una legión de funcionarios y concejales que recalifican millones de metros cuadrados a cambio de millones de euros. La vida es corta y hay que aprovecharla, el paso por una concejalía con atributos durante una legislatura puede devenir en seguro de vida para el corrupto y su familia durante algunas generaciones. Si la cosa no sale todo lo bien que se esperaba, como parece ser el caso de la pintoresca Isabel García Marcos, azote de Jesús Gil en Marbella hasta que reparó en que podía hacerse millonaria cambiando euros por su firma, el chorizo siempre puede reincorporarse a su trabajo anterior, que en este caso es el de la inspectora médica en el Servicio Andaluz de Salud. Pobres pacientes andaluces de ahora. La pregunta es a qué cargo se reincorporará en su día Eduardo Zaplana, porque no creo que desee volver a la alcaldía de Benidorm.

Descubrir al enemigo

Es un misterio que Mariano Rajoy se empeñe en arremeter contra Rodríguez Zapatero a cuenta de lo que sea, puesto que los únicos que pueden hacer peligrar su confortable puesto de jefe de la oposición son Ángel Acebes y Eduardo Zaplana, con el apoyo de Pedro de las Piscinas y Exclusivas. El enemigo, Rajoy lo tiene en casa, y apenas parece ser consciente del riesgo que supone darse de cabezazos contra los socialistas cuando con mayor entusiasmo y no poco descalabro es una faena que sus mentores o ayudantes se bastan por sí solos para llevar a mal puerto. Don Mariano obraría con cordura si en lugar de acusar a Zapatero (zETAp para los terroristas vocacionales de algunos dirigentes de alguna asociación de víctimas del terrorismo) de guarecerse bajo las togas de los jueces dejara por sí mismo de cobijarse y dar cobijo a los lazarillos que le llevan al precipicio.

Lo que vale un peine

En el columnismo no faltan los profetas de la neutralidad, auténticos profesionales de la concordia, recitantes de la boba salmodia de que nadie tiene razón en todo, que las posiciones enfrentadas se resuelven con el diálogo, que es muy saludable atender las razones del adversario, y demás monsergas de ese tipo. Ante la que está cayendo, y lo que vendrá hasta las próximas elecciones generales, esos buenos consejos están de más, primero porque son elementales y la ética profesional se atiene a sus principios, y segundo porque los que crispan, insultan, menosprecian y hacen valer su rosario de artimañas no son precisamente razonables ni neutrales, educados ni dialogantes, sino todo lo contrario. ¿Alguien se imagina a un Serafín Castellano atendiendo a razones que no le convengan, escuchando siquiera los argumentos de su contrario? Pues eso. Y su jefe, de vacaciones pagadas.

La bronca

Es asombroso lo que está pasando, aunque no es nuevo. El Mundo, la Cope, y otros montan la bronca antisocialista con el pretexto de la verdad en el 11-M, y ya tenemos a los jueces a la greña, y a la espera de la nueva verdad relevada para liar más el asunto. El procedimiento está calcado de las maniobras que consiguieron hace un tiempo las fotos ante los tribunales de Polanco y Cebrián, ya que se trata otra vez de hacer creer al ciudadano de que cuando los jueces intervienen y se enfrentan entre ellos, por algo será. Y claro que es por algo. Por la cuota partidista de designación, en primer lugar, pero también debido a que aunque la Ley es una, su interpretación es múltiple. Y está muy bien que sea así, siempre que no suponga resquicio de entrada para una trifulca inducida que todo lo fía a desprestigiar, también y por si acaso, al aparato judicial.