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Reportaje:Fútbol | Internacional

Wenger doma al fin a Van Persie

El individualista y rebelde delantero holandés del Arsenal marca uno de los goles del año

Merecida fama tiene el técnico del Arsenal, Arsène Wenger, de saber educar a los jovenzuelos que recluta en el club londinense. Algunos, como Cesc, son muy fáciles de llevar. Otros, en cambio, requieren la máxima dedicación. Es el caso de Van Persie, de 23 años. Dos temporadas ha necesitado el entrenador francés para domar a Van Persie, que se ha ganado un puesto en la delantera junto a Henry gracias a su brillante arranque. Y gracias a la marcha de Reyes al Madrid, que le ha despejado el camino. Así llegaron sus dos goles del sábado al Charlton (1-2), el segundo de ellos espectacular: una volea con los dos pies muy arriba que entró por la escuadra. Uno de los tantos del año, en competencia con el de Xabi Alonso al Newcastle desde el centro del campo.

Cuando Robin van Persie y Arjen Robben eran adolescentes, Johan Cruyff eligió a Van Persie como el gran talento de esa generación. Sin embargo, al marcharse ambos a Inglaterra con 20 años, en 2004, el PSV Eindhoven recibió 12 millones del Chelsea por Robben mientras que el Feyenoord sólo recabó 2,75 del Arsenal por Van Persie. Hay una explicación. Bert

van Marwijk, el técnico del Feyenoord, había desprestigiado a su joven jugador. Van Persie, entonces de 18 años, jugó en el Feyenoord que derrotó al Borussia de Dortmund en la final (3-2) de la Copa de la UEFA de 2002, pero se cayó de la convocatoria en la posterior final de la Supercopa europea ante el Madrid. A Van Marwijk le había disgustado la manera de calentarse del chico en un partido en Estambul. "Imagínate que tienes 19 años, sólo unos meses de profesional y te hacen eso. Era un sueño jugar contra Zidane", se quejó el joven atacante.

La carrera de Van Persie está jalonada de episodios como éste. En un choque decisivo contra el Southampton, recibió una tarjeta amarilla y Wenger le advirtió de que tuviera cuidado. Sin éxito. Fue expulsado poco después. La reacción de Wenger se le quedó grabada al jugador. "No me gritó ni me dijo que estaba mal. Simplemente: 'Si quieres ser un jugador de élite, tienes que cambiar algo'. '¿Qué?', respondí. 'Descúbrelo tú mismo'. Así que me fui y pensé qué quería hacer en el fútbol. El entrenador fue muy inteligente: pensó que, si me decía lo que debía hacer, lo olvidaría en una semana mientras que, si lo pensaba yo, sería para siempre. A partir de ahí me fijé en los veteranos y soy más profesional". Wenger le convenció de que cambiara su valores. Le pidió que resistiera la tentación de exhibirse, que moviera la pelota con más rapidez y que pensara más en el producto final. Tal vez así tendrá más posibilidades de superar su promedio de diez goles por ejercicio, además de consolidarse con Holanda, con la que ya fue titular en Alemania 2006, pero sin dejar más huella que un gol de falta a Costa de Marfil.

Sus ojos brillan cuando habla de su ex compañero Bergkamp: "Soy muy afortunado de haber aprendido de él. No tiene ego. Tiene el respeto de todos por su carisma". Pero él no es como su ídolo. Comparten el instinto por dejarse caer como primer delantero, pero, mientras Bergkamp ponía más énfasis en los movimientos colectivos y en el último pase, Van Persie es más regateador e individualista. Quizá por la educación que recibió de sus padres. Ambos son artistas. Su madre es pintora y diseñadora de joyas. Su padre, un escultor especializado en usar material de desecho. Cuando se divorciaron, él fue quien crió al pequeño Robin: "Mis padres me estimularon la creatividad. Pero soy muy malo con las manos". A él le influyó más el fútbol, que practicó en Kralingen, un barrio obrero y multiétnico de Rotterdam: "Mi pierna izquierda es de las calles. El fútbol puede ser arte. Cuando juego, puedo disfrutar del ruido o los colores.". En el colegio

fue expulsado de algunas clases. Allí trabó amistad con algunos holandeses de origen marroquí, entre ellos Bouchra, su esposa. Mientras algunas fuentes dicen que se ha convertido al islam,

él nunca ha desvelado sus creencias.

Al final del curso 2004-05 se pasó dos semanas bajo custodia policial en Rotterdam tras ser acusado de violación por una reina de la belleza. Fue absuelto sin cargos y recibió el apoyo total del Arsenal. El año pasado amplió su contrato hasta 2011. "Así expreso mi agradecimiento al club". Al club y al entrenador que ha dominado a este talento desbocado.

Van Persie celebra su segundo gol al Charlton.
Van Persie celebra su segundo gol al Charlton.EFE

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