El Sevilla sobrevive a Schuster
Un gol de Luis Fabiano desarma la estrategia de contención del Getafe
El Sevilla ganó, pero no como solía desde el inicio de la temporada. El equipo de Juande Ramos pasó incluso algún apuro hasta que logró poner el partido a su favor con un gol del siempre heterodoxo y a veces efectivo Luis Fabiano. Pero el conjunto de Nervión no fue ayer el engranaje en el que todos se sabián de carrerilla su trabajo y lo ejecutaban a velocidad de vértigo. Ayer tan sólo el juego de Navas estuvo a la altura de lo que ya se espera de este Sevilla. Aún así, el Getafe le duró sólo media hora.
El Getafe llegó hasta donde suele llegar la participación del técnico. Bernd Schuster se había estudiado el Sevilla a conciencia. Dibujo dos tapones en las bandas y una legión de tramperos en la media. El ataque quedaba a expensas de lo que fueran capaces los jugadores con las contras que debía generar la estrategia elegida. La táctica siempre ha tenido mayor peso en el desarrollo defensivo de los equipos que en el ataque. Los defensas tiran la línea, salen a atosigar al contrario que tenga el balón en los pies o apoyan al compañero en la asfixia del oponente de modo cartesiano, casi castrense. A los defensores -salvando deidades futbolísticas como Beckenbauer o el propio Krol- se les valora el sacrifico, la entrega, la solidaridad. El delantero es un trabajador que suele aceptar unas normas de comportamiento laboral pero que indefectiblemente cree más en sí que en cualquier dibujo sobre la pizarra. Y es que para marcar hay que acertar al menos con el remate, cuando no haber bailado antes a varios contrarios de los sacrificados, entregados, solidarios. Y ahí le falló el asunto a Schuster. El talento de los atacantes no estuvo a la altura del desempeño de los zagueros y centrocampìstas defensivos.
SEVILLA 1 - GETAFE 0
Sevilla; Palop; Alves, Aitor Ocio, Dragutinovic, Puerta; Navas, Renato (Martí, m. 90), Poulsen, Adriano (Duda, m. 83); Luis Fabiano (Maresca, m. 70) y Kanouté. No utilizados: Cobeño, David, Kepa y Hinkel.
Getafe: Abbondanzieri; Cortés, Belenguer, Alexis, Paredes; Redondo, Casquero, Celestini, Litch (Güiza, m. 64); Sousa (Albín, m. 72) y Pachón (Nacho, m. 64). No utilizados: Luis García, Mario Cotelo, Tena y Alberto.
Gol: 1-0. M. 30. Luis Fabiano remata en el primer palo un saque de falta de Renato.
Árbitro: Ayza Gómez. Amonestó a Litch, Dragutinovic y Paredes.
Unos 40.000 espectadores en el Sánchez Pizjuán.
Redondo y Litch corrieron de lo lindo para ayudar a los laterales tapar las subidas de Adriano y Navas, Y la mayor parte de las veces lo consiguieron. Celestini ejercía la presión sobre el delantero que se retrasara en busca de un pase y así la línea defensiva ni perdía compostura ni número. Y el Sevilla se quedó sin su acostumbrada majestuosidad frente a la portería contraria.
Pero Juande Ramos sí que tiene delanteros con talento. Y centrocampistas, y laterales.... Así, a la media hora de partido, Luis Fabiano se fabricó una falta en la zona del pico izquierdo del área de Abbondanzieri. Renato puso la pelota con un chut raso y dirigido al primer palo del guardameta argentino que remató en carrera Luis Fabiano a la red.
Curiosamente, no fue el gol lo que más contribuyó al desentumecimiento del Sevilla. Poco después del tanto, Daniel Alves y Cortés se cabecearon mutuamente y el lateral azulón tuvo que recibir atención médica en la banda. Schuster decidió no sustituirlo y el defensor tardó unos diez minutos en regresar al campo. Un mundo de felicidad y oportunidades se abrió para Navas y Alves, que desde esa banda pusieron tres balones peligrosos en el área rival.
El segundo tiempo fue malo. También fue malo, mejor dicho. El Sevilla jugó con mayor fluidez que en el primero pero en ningún momento se acerco al impresionante desempeño de hace unos días. El partido de la Copa de la UEFA del jueves, la ausencia de los dos centrales titulares por sanción y un ligero bajón físico -el momento de forma se buscó para agosto, para ganar la Supercopa al Barça- pesaron ayer en el fútbol de los de Nervión. Aún así, ganaron. Una muestra de calidad de plantilla, de recursos, de variables para obtener lo que quiere. Precisamente, lo que ayer le faltó a Schuster
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