Kapo torpedea al Deportivo

Olivier Kapo, un medio ofensivo cedido por el Juventus al Levante, hijo de un futbolista y de una campeona de 400 metros vallas, provocó con dos goles la primera derrota del Deportivo en la Liga. El conjunto de López Caro arregló la defensa de gelatina de otros partidos y sus delanteros bailaron por todo el ataque ante un Depor mareado, que ni creó juego ni supo cómo destruirlo. Todo para gozo de Molina, que debutaba vestido de rosa precisamente ante su ex equipo.

López Caro alineó su cuarta defensa diferente en cuatro partidos. Y el experimento pareció resultarle esta vez. El equipo puso el cerrojo y movió el árbol de medio campo en adelante. Ettien recuperó su velocidad de misil, contento de disfrutar de los espacios libres que siempre ha añorado en Segunda División, y Capdevila vivió un calvario en la retaguardia. Junto al marfileño, Riga y Meyong Zé se unieron al baile, y Kapo sorprendió desde atrás. En un lanzamiento lejano, el ex del Juventus retrató al meta Aouate con un disparo fortísimo de falta. El balón apenas cogió vuelo y el torpedo se marchó directo a las redes tras tocar en el palo.

El Deportivo jugó a un ritmo lentísimo, mareando el balón en defensa, sin llegar al centro del campo y con los delanteros, Riki y Arizmendi, muy desconectados. El grupo de Caparrós no encontraba por ningún lado la rendija por la que colarse en la defensa granota, esta vez muy bien plantada. Hasta el minuto 44 no se estrenó el equipo gallego ante la portería de Molina, y fue en un tiro de falta de Riki, señal de que el fútbol se había esfumado de las botas de sus jugadores. El Depor se estiró muy poco, siempre con las líneas muy separadas y sin un patrón de juego. Sergio desapareció en el centro del campo y su equipo se quedó durante toda la primera parte sin pases y sin ideas.

La campana del intermedio les salvó del desconcierto y el Deportivo se encontró con una segunda oportunidad tras el descanso. Arizmendi agitó a la defensa azulgrana por la banda derecha, Riki asustó a Molina y el árbitro expulsó con roja directa a Berson por una jugada que sólo el asistente vio (o escuchó) en el estadio. El conjunto de Caparrós disponía de 40 minutos para despertar y el Levante quedó expuesto al sufrimiento. Perdió el balón y concedió un buen puñado de metros, de modo que el Depor comenzó el asedio coleccionando faltas y saques de esquina. Con las tropas mermadas, López Caro intentó blindar al grupo cambiando a un delantero (Meyong) por un medio defensivo (Camacho), y el Depor imitió la operación en sentido contrario: Estoyanoff entró por un Coloccini desdibujado.

Caparrós arriesgó entonces con un recurso poco de su agrado, una defensa de tres que acabó aprovechando el Levante. Ettien se enganchó de nuevo el balón a la bota y su centro lo convirtió Kapo para finiquitar el partido.