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HP entrega la cabeza de Dunn para salvar su imagen

Mark Hurd rompió ayer el silencio sobre el escándalo de espionaje destapado en Silicom Valley a raíz de la polémica investigación que lanzó el fabricante de HP sobre sus propios consejeros, empleados y periodistas. El presidente ejecutivo del gigante tecnológico de Palo Alto se disculpó públicamente y anunció la dimisión inmediata de Patricia Dunn al frente del Consejo de Administración, en un intento por evitar daños mayores para la compañía ante la pérdida de paciencia que reina entre los inversores. Dunn tenía previsto dejar el cargo en enero de 2007.

Hurd eligió un viernes por la tarde, y con el mercado cerrado, para comparecer ante la prensa, en un encuentro en el que se limitó a pronunciar una declaración sin posibilidad de preguntas y sin cámaras presentes. Tan solo periodistas con papel y bolígrafo en mano para tomar nota. Los analistas dicen que es una muestra del nerviosismo que reina en la compañía. Desde HP, sin embargo, explican que el consejero delegado iba a reservar el turno de preguntas y respuestas para el testimo ante el comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, el próximo jueves.

Al Capitolio también irán Patricia Dunn, la consejera general de HP, Ann Baskins, y el abogado Larry Sonsini. Hasta ahora, los comentarios de Mark Hurd sobre el escándalo se habían limitado a comunicados de prensa o videos a la plantilla. Con el salto a escena de ayer, custodiado por su abogado, pretendía disipar dudas sobre el papel que desempeñó en la operación diseñada para destapar a la "garganta profunda" que facilitaba información a la prensa sobre las deliberaciones del consejo de administración. "Filtraciones que violaban las reglas de conducta y éticas de la empresa. Era nuestra responsabilidad hacer frente al problema", precisó Hurd.

El fiscal general del Estado de California, Bill Lockyer, dice entre tanto que el consejero delegado de HP no es objetivo del expediente que tiene abierto. "No hay evidencias de que cometiera un crimen", dijo Lockyer en una entrevista con la cadena de televisión financiera CNBC. Pero esta afirmación no es suficiente para que los ejecutivos de Palo Alto suspieren de alivio. El fiscal no es tan preciso en el caso de Patricia Dunn, quien autorizó la contratación de investigadores privados para destapar a la fuente que filtraba la información. Mark Hurd pidió disculpas por las tácticas empleadas y se mostró "consternado".

Los detalles del caso de espionaje en HP está siendo examinado además por el Departamento de Justicia, el autoridad reguladora del mercado de valores (SEC) y el Congreso de EE UU. Ante tanta presión, Mark Hurd intentaba limitar ayer daños mayores en Wall Street, dejando claro que este episodio no tiene que ver con las operaciones y la estrategia de negocio de HP. "Este caso no es indicativo de como hacemos negocio en HP y las técnicas empleadas no reflejan los valores de la compañía". Es más, dijo que no cree que Patricia Dunn autorizara las tácticas empleadas y que su renuncia pretende evitar más distracciones.

Los inversores temen sin embargo que sea lo sufientemente grave como para empezar a dañar los títulos de la compañía. El jueves, las acciones del gigante tecnológico de Palo Alto perdieron un 5,2% de su valor, la mayor caída en más de dos años. Y ayer llegaron a caer hasta un 1%, a la espera de las palabras del presidente ejecutivo, para recuperar un 0,6% al cierre de la sesión. Como dicen en el parqué, al mercado no le gusta la incertidumbre. "Queremos ser lo más transparente posibles", dijo.

Se da la circunstancia de que el consejero delegado de HP tenía previsto hacerse en enero de 2007 con el puesto que deja vacante Dunn al frente del Consejo de Administración. Mark Hurd está considerado como el hombre que resucitó HP, tras la salida fulminante de Carly Fiorina de la empresa a comienzos de 2005. Según la compañía, estas filtraciones venían de la etapa de Fiorina. Pero fue Patricia Dunn la que decidió ponerle freno a la divulgación a la prensa de estos datos, contratando a investigadores privados que utilizaran tácticas de dudosa legalidad.

Mark Hurd.
Mark Hurd.CLAUDIO ÁLVAREZ

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