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Crónica:Fútbol | Copa de la UEFA
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Celta gana con autoridad en Lieja gracias a un gol de Gustavo López

El reencuentro del Celta con Europa dejó un buen resultado y mejores sensaciones: las de un equipo muy superior al Standard de Lieja belga, muy sumiso ante mejor juego de los de Vigo. No se ha reforzado en exceso el grupo de Fernando Vázquez, pero el proyecto emite síntomas alentadores y momentos de fútbol brillante. Conserva, eso sí, la tendencia al conformismo de los dos cursos pasados, lo que se traduce en episodios de trincheras defensivas para defender resultados. La de ayer le duró apenas un rato, para acabar el partido con la misma autoridad que dominó el primer tiempo.

En Lieja, el Celta tardó cinco minutos en encontrarle el truco al partido, y desde ese momento puso al equipo de Michel Preud'homme debajo de su bota. Lo torturó durante el resto del primer tiempo, en el que pudo sentenciar la eliminatoria. Sólo se llevó un gol al descanso, el del redivivo Gustavo López, protagonista indiscutible de este principio de temporada. Recibió de Ángel, que se había colado hasta la esquina del área, y anotó de un certero golpe ajustado al palo.

STANDARD DE LIEJA 0 - CELTA 1

Standard: Renard; Dupre, Onyebu, Sarr, Areias; Conceiçaco, Dembele (Junior, m. 88), Geraerts, Rapaic; Defour (Pelaic, m. 80) y Jovanovic (Kovalenko, m. 68). No utilizados: De Vriendt, Coelho, Deflandre y Matías.

Celta: Esteban; Ángel, Tamas, Lequi, Placente; Iriney, Oubiña; G. López (Núñez, m. 78), Canobbio (Jonathan, m. 90), Nené; y Baiano (Perera, m. 78). No utilizados: Pinto, Aspas, Yago y R. Lago.

Gol: 0-1, m. 38. Ángel recorta en el lateral del área y deja para la llegada de Gustavo López, que anota de disparo ajustado al palo.

Árbitro: Gerard Lehner. Mostró tarjeta amarilla a Placente, Tamas, Geraerts, Pelaic, Rapaic.

Unos 30.000 espectadores en el estadio Maurice Defrasne.

Como es costumbre en el equipo de Fernando Vázquez, si el contrario pide la iniciativa con el marcador a favor, se le cede. Al Standard de Lieja le duraron veinte minutos sus aspiraciones. En cuanto comprobó que la defensa céltica es granito puro, se vino abajo. Acabó el choque como empezó: con un Celta autoritario y con buena pinta.

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