Las lesiones condicionan el duelo Chealsea-Werder

José Mourinho no quiere sorpresas y ayer invitó a su equipo, el Chelsea, a debutar hoy en la Liga de Campeones con un marcador rotundo ante el Werder Bremen en Stamford Bridge. El presidente, Roman Abramovich, no sólo le ha pedido al entrenador portugués que gane partidos y, a ser posible, la competición, sino que además se juegue bien al fútbol.

El arranque del Chelsea en la Premier, sin embargo, no ha sido muy alentador, sobre todo si se le compara con el de años anteriores. Una derrota nada más comenzar ante el Middlesbrough le ha situado el cuarto en la tabla, a tres puntos del Manchester United, el líder del campeonato después de la cuarta jornada.

Hay, en cualquier caso, una gran expectación por el debut de Ballack y Shevchenko con el equipo en la Champions. Mourinho recuperará además a Makelele, que descansó en el partido del sábado frente al Charlton Athletic, y en contrapartida difícilmente podrá contar con Joe Cole, lesionado en una rodilla durante la pretemporada. "No creo que esté listo todavía, pero ya veremos", recalcó el técnico; "no contamos con muchos jugadores. Así que no tenemos muchas opciones para hacer cambios".

No le van mejor las cosas al Werder Bremen, que acude al encuentro después de sufrir una vergonzosa eliminación en la Copa alemana ante el Pirmasens, un equipo de Tercera División, en la tanda de penaltis y caer también en la Liga frente al Schalke.

Las lesiones también torturan al equipo germano. El ariete internacional Klose no pasa por su mejor momento de forma y los centrocampistas Borowski y Frings andan también con problemas. El central Mertesacker todavía es baja y el portero Wiese sufre una bronquitis. Por tanto, el preparador, Thomas Schaff, tiene serios problemas para cuadrar la alineación.

El partido se considera muy importante para la suerte del grupo, puesto que tanto el Werder Bremen como el Chelsea están dispuestos a disputarse con el Barça dos de las tres plazas que dan acceso a los octavos de final.