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Reportaje:VUELTA 2006 | Decimocuarta etapa

El agua clara de Millar

El corredor escocés logra su primera victoria tras cumplir dos años de sanción por dopaje

Carlos Arribas

En 1999, en el Tour que siguió al del escándalo Festina, un joven corredor francés, Christophe Bassons, proclamó que disputaría la carrera "al agua clara", sin recurrir a productos recuperantes permitidos, ni tampoco, mucho menos, a productos prohibidos, al dopaje. Tal declaración le valió a Bassons la burla, el escarnio, el desprecio de sus compañeros de pelotón, la retirada antes de tiempo. Ayer, 9 de septiembre, pocos meses después de la Operación Puerto, en Cuenca, David Millar, maduro ciclista escocés, ganó por décimas de segundo la primera contrarreloj individual de la Vuelta, y nada más terminar proclamó alto y claro que era un triunfo conseguido "100% al agua clara, sin recurrir a productos recuperantes, mucho menos a productos dopantes". Alejandro Valverde, que se encontraba al fondo del furgón durante la conferencia de prensa del escocés, terminada ésta, terminado su alegato sobre la posibilidad de un ciclismo limpio, se levantó, se acercó y, efusivamente, chocó la mano con la suya.

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Sería arriesgado, ingenuo, deducir que los hábitos del pelotón han cambiado, que la mentalidad de los corredores también, pero, al menos, una cosa es segura, David Millar (La Valetta, Malta, 1977) sí que ha cambiado. Dotado de inhabituales talento, clase y forma de ejercer el oficio, David Millar, gran especialista contrarreloj, campeón del mundo en Hamilton 2003, fue interrogado en 2004 por el juez que investigaba el dopaje organizado en su equipo, el Cofidis. Y ante él reconoció que se había dopado con EPO proporcionada por el médico español Jesús Losa. Nada más conocerse su confesión, fue desposeído del maillot arcoiris de campeón mundial contrarreloj y suspendido dos años. A punto de cumplir su sanción, fichó por el Saunier Duval, proclamó su voluntad de renunciar al dopaje y recorrió el mundo denunciando sus peligros, narrando su dolorosa experiencia. Volvió a correr en el pasado Tour. Volvió a ganar ayer. Después, como si la victoria fuera una liberación, abrió la boca, libre, y dejó fluir su mensaje.

"Este es mi renacimiento, un nuevo comienzo, una nueva salida", dijo. "Amo mi deporte y he ganado con agua clara. He demostrado que se puede competir y ganar sin tomar nada, ni siquiera recuperantes. Con mi regreso al ciclismo profesional me he obligado a conocer hasta dónde puedo llegar sin tomar nada. Y esta victoria es, así, un mensaje muy importante para el futuro del ciclismo, y quiero dedicársela a Matxin, el director del Saunier Duval, el único que creyó en mí, y a la federación británica, que me ha seleccionado para el Mundial, que es mi próximo objetivo, mi próximo sueño".

Millar, durante la contrarreloj de ayer.
Millar, durante la contrarreloj de ayer.EFE

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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