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LA CANCIÓN DEL VERANO
Columna
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Ojalá que llueva café

- 1990. Los ochenta finalizan sin que ningún científico haya solucionado el problema del tetrabrik, un recipiente de líquidos que deja la mesa pringada de líquidos a la que intentas servirte líquido. A estas alturas de los ochenta, que ya son técnicamente los noventa, las señoritas siguen llevando taconazo, microtraje negro y panties negros, si bien nunca les ves el triangulillo. Lo que es, tal vez, una metáfora de los ochenta: todo el mundo está tan concentrado en sí mismo que jamás le ves el triangulillo a nadie. Y eso que estaba a huevo. Bueno. 1990. Grandes cambios. Noriega y Sadam Husein, que eran buenos, pasan a ser malos. Mandela, que era malo, pasa a ser presidente. La RFA, que era más pequeña, pasa a ser más grande. La URSS, que era muy grande, pasa a ser muy pequeña. Dragon-Ball va por su tercera edición. Se inventa la primera dirección www. Es como el primer tanga de Adán antes de Eva. Existe, puede ser llamativo, si bien nadie tiene oportunidad de verlo. España: se inventan las primeras teles privadas. En contrapartida, segundos después, se inventa el zapping. Y, como ya habrán adivinado, la canción del verano no es otra que Ojalá que llueva café, de Juan Luis Guerra.

- EL GUERRISMO O CANTAUTORISMO. Juan Luis Guerra era el hijo del célebre baloncestista dominicano del mismo apellido que jugaba antes del invento del triple. Eso, tal vez, le ocasionó una melancolía que transmitió a su hijo, que con el tiempo fundó el Grupo 440, consagrado a la creación de merengue de arte y ensayo. Con Ojalá que llueva café merenga y ensaya hasta la cosa social. Plantea como solución política a las desigualdades una solución climática. Que llueva café. Una solución curiosa, si bien más verosímil que las ensayadas por el FMI en la zona. Su doctrina, sea como sea, se vendió como polos. En posteriores discos fue acentuando-merengando sus posicionamientos sociales. Hasta llegar al single El coste de la vida, un éxito social mundial, si bien un fracaso en la República Dominicana, donde se consideró que un protojugador de la NBA blanco no estaba autorizado a hablar de la pobreza. Inasequible al desaliento, la sed de redención de Guerra le llevó, en progresión lógica y en dos discos más, al evangelismo, plataforma desde la que emite su sed de justicia social esta mañana a primera hora. Con Guerra pasa un poco como con los cantautores locales. Ante el vacío cultural de propuestas, en un plis-plas son los grandes emisores de propuestas. Son propuestas poéticas, comunicacionales. Que no llueva guerra, que no lluevan hipotecas al 18% -interés TAE de la época-. Transmiten actitudes. Es poca cosa. No obstante, es lo único del ramo disponible en el mercado.

- NO SÉ USTED. Tengo 25 años. Me estoy buscando la vida. Publico en Quimera, como todo el mundo. He pillado trabajo como guionista televisivo, y el compromiso de que un diario me fiche en breve. Como me informan, telefónicamente, cada semana, antes de decirme que no llame más. La cosa, guión televisivo: aún no existe la figura jurídica del becario, por lo que empiezo bajo la figura popular del tonto del bote, cobrando varios ceros menos. El humor. Uno de mis primeros trabajos es con los humoristas Toni Roca y Carles Romeu, a quienes, guau, llevo leyendo hace la tira en El Jueves. Me aleccionan sobre el punto de partida del humor en el momento histórico de mi punto de partida como humorista: "Jamás hables de militares, Iglesia o política". Entonces, ¿qué queda?, les digo. "El humor", me dicen. Tienen razón, si bien no tienen razón, sospecho. Lo que queda fuera del humor así definido, se lo dejamos a los cantautores, digo. Ojalá llueva humor, etcétera. En 1990 aún flota la idea de que el país se normalice (¿!) y exista un humor internacional, no sustentado en la boina. Compro Le Canard Enchaîné y guiones de programas televisivos USA y británicos. No te los puedes bajar de Google porque aún no existe. Como Internet. En Gothan City hay un freaky que te los vende fotocopiados. Leo todo eso para saber qué es lo que no estoy haciendo. Descubro que no estoy haciendo mucho. Muchísimo, incluso.

Las canciones del año

La abuela. Wilfred y la Ganga

Voy a pasármelo bien. Hombres G

Another day in paradise. Phil Collins

Right here waiting. Richard Marx

Great balls of fire! Jerry Lee Lewis

Words. The Christians

Nacido para volar. La Frontera

Rozando la eternidad. Duncan Dhu

Get up! Technotronic

Enjoy the silence. Depeche Mode

Fuente: 40 Principales

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