Un agrio divorcio para sir Paul

Se avecina un agrio divorcio de Heather Mills y Paul McCartney a juzgar por las primeras campanadas que ya han sonado fuerte. El lunes por la tarde, la ex modelo se dio de bruces en la entrada de la residencia londinense que compartía con su famoso ex marido.

Heather, que se presentó en el domicilio con la única hija de ambos, Beatrice, se topó con la puerta cerrada a cal y canto y sin poder abrirla con su llave. Habían cambiado la cerradura. Su guardaespaldas intentó entonces saltar el muro, provocando la alarma entre el personal de la mansión y del barrio de St. Johns, al norte de la capital. Intervino incluso la policía, que ayer confirmó el incidente, aunque aseguró que no se había producido delito alguno.

La ex McCartney aún se ríe de su traspié, según su portavoz, que puede salir caro al músico. El ex integrante de los Beatles y caballero del Imperio Británico ya ha iniciado los trámites formales de divorcio por "comportamiento irracional" de su ex mujer, a la que ha enviado una muy dura "carta legal", según el mismo portavoz.

Una separación que en un primer momento parecía amistosa, semeja ahora una guerra a muerte en torno a la custodia de Beatrice y la fortuna del ex beatle. No marcha Paul hacia una jugosa victoria si se tienen en cuenta las últimas decisiones que han tomado los jueces en casos de divorcios de millonarios en el Reino Unido.

Un magnate de los seguros, John Charman, se ve ante la obligación de pagar a su ex mujer, Beverly, el 37% de sus ahorros y activos, lo que equivale a unos 70 millones de euros. Charman, quien había ofrecido a su ex esposa 29 millones de euros para evitar el proceso judicial, calificó la decisión de "grotesca e injusta" y la semana pasada aseguró que está dispuesto a pelear la decisión.

Otros casos de separación reciente que han saltado a la prensa por su cuantía son el de Julia McFarlane, quien dejó su empleo -en la empresa en la que conoció a su ex marido- al casarse hace 16 años; el juez determinó que McFarlane recibirá de por vida unos 360.000 euros anuales de su ex marido, el equivalente al 50% de los ingresos de éste. Y el de la joven Melissa Miller, quien cobrará más de cuatro millones de euros, la sexta parte del capital de su ex esposo, para mantener el mismo nivel de vida que tuvo durante los tres años en que estuvo casada.

La fortuna de McCartney se calcula entre 1.200 y 1.500 millones de euros y, según sus allegados, no hubo separación de bienes al contraer matrimonio con Mills. ¿Qué porcentaje corresponderá a la madre de su última hija? Es una pregunta que nadie se atreve a contestar sobre todo cuando se sabe que Heather ha contratado para que la represente en la batalla por el divorcio a Anthony Julius, el que fuera abogado de la princesa Diana de Gales durante su divorcio del príncipe Carlos en 1996, según informaba ayer el diario londinense Evening Standard.