"Estos cursos serán clásicos"
El guitarrista Tomatito aparca su gira para impartir clases en Almería
Vestido con vaqueros, camiseta blanca y unas zapatillas deportivas tan impolutas que parecen de estreno, melena suelta y guitarra en mano, José Fernández Torres, Tomatito, se dispone a dar una clase magistral a un reducido grupo de unos 20 alumnos. No es la primera vez ni será la última, asegura.
Lo cierto es que el guitarrista flamenco, que hace dos años recibió la insignia de oro de la Universidad de Almería, ha sabido cumplir con la institución académica y con su ciudad natal. El curso-taller de guitarra flamenca para jóvenes Bajandí va ya por su tercera edición y Tomatito tiene empeño en que exista la cuarta.
La colaboración entre el Ayuntamiento de Almería y la Universidad ha hecho posible que los jóvenes se acerquen al flamenco también desde el punto de vista académico, con la tutoría de profesores del Conservatorio, con la celebración de mesas redondas y recitales nocturnos de figuras relevantes.
"Vengo con el tiempo justo para dejar la ropa y coger otra limpia, pero esto me da la vida"
"Posiblemente haya más cursos de Bajandí. Yo quiero hacer un clásico de esto. Ya que estoy aquí, vivo aquí y estoy muy a gusto, quiero que los chavales conozcan Almería y que, sobre todo, tengan ocasión de estar conmigo y yo con ellos", dice el tocaor que ejerce como director del curso desde 2004.
Tras tres ediciones de este exitoso taller en el que está implicada la Concejalía de Juventud, la posibilidad de que en futuras ediciones flamenco y jazz coqueteen sin ningún complejo se plantea como posible reto.
Tomatito sabe de las licencias que puede tomarse con los alumnos y, junto a los guitarristas Paco Serrano y Manolo Franco, que colaboran con él, se asigna la parte menos académica de los encuentros. El tocaor se ha marcado como misión transmitir una "actitud guitarrista" a los alumnos para que, antes de tocar, sepan "enamorarse" de la guitarra y "mimar" el instrumento al que deben sumar después la disciplina y las horas de estudio.
"Yo creo que los chavales vienen por verme. A lo mejor a Paco Serrano le preguntan más cosas que a mí. A veces, yo hago una tontería con la guitarra y los veo con las carillas desencajadas. Mientras pueda hacer que los chicos se motiven al verme y no sólo me escuchen en los discos y en los conciertos, sino que me vean cerquita, se motiven y comprueben que la guitarra es humana, merece la pena. Y no hay que verlo de otra manera", señala.
En plena canícula y en total ebullición de la promoción de su disco Spain Again con Michel Camilo -hasta febrero estará de gira por medio mundo- las escapadas a Almería se las toma como auténtico respiro. En unos días, Michel Camilo y él pisarán Zaragoza y Sant Feliú de Guíxols, Oropesa, entre otros destinos.
En noviembre la cita será en Sevilla, después de haber pasado por Santo Domingo, Puerto Rico, Ámsterdam y Londres. "El dos de agosto me vuelvo a marchar. Vengo tres o cuatro días y luego me voy. Lo justo para estar en casa, dejar la ropa y coger otra limpia. Pero esto me da la vida. Cuando aterrizo en Almería lo que estoy deseando es llegar a mi casa y a mi playita, en Aguadulce. Aunque no me baño mucho, el hecho de saber que estoy al lado del mar es suficiente para mí. Mi casa, mi familia, mis niños, mi mujer, mi hija...Es lo que más me gusta cuando estoy en Almería", describe el guitarrista.
A la pregunta de cuál es el motivo por el que se decantaría por viajar a esta provincia en verano él, que tantos lugares del planeta conoce, responde enseguida y con un aspaviento, como movido por un resorte: "¡Ostras macho, San José, Cabo de Gata, playa de Mónsul... Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, a tope!", sentencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.