Guerrero, entrenador vitalicio
El jugador se retira, pero sigue en el Athletic y será siempre el segundo que más cobre en Lezama
Julen Guerrero anunció ayer, entre lágrimas y casi sin palabras, que deja el fútbol activo tras 14 temporadas en la Primera División, siempre en el Athletic y con 41 partidos con la selección española. A partir de ahora se convierte en entrenador vitalicio del club, con el segundo sueldo permanente en el cuerpo técnico. Guerrero, que a partir del día 26 se hará cargo del equipo juvenil de la División de Honor, será siempre el segundo preparador que más cobre en Lezama, sólo por debajo del de la primera plantilla, sea el que sea y dirija a quien dirija.
La cláusula, que fue aplicada ayer tras su determinación de rescindir su contrato como futbolista, que vencía el 30 de junio de 2007, fue aprobada en 1996 tras el compromiso que firmó con el entonces presidente, José María Arrate, luego de renunciar a la oferta en firme que le hizo el Real Madrid. Jorge Valdano, entonces entrenador madridista, se presentó en su domicilio de Portugalete (Vizcaya) con el talón que cubría su cláusula de indemnización. Guerrero dijo "no" y todo cambió. El mito creció y Arrate, presidente del Athletic, abrumado por la posibilidad de perder al jugador más importante y mediático del club en los últimos 20 años, le firmó un contrato que no sólo le garantizaba diez años de seguridad como el mejor pagado de la plantilla -su ficha anual rondaba los tres millones de euros por temporada-, sino un puesto de trabajo vitalicio como técnico de Lezama y siempre con el segundo sueldo de la plantilla técnica de la entidad.
La cláusula aplicada data de 1996, cuando el internacional dijo "no" a una oferta del Madrid
Guerrero había pasado últimamente de jugador emblemático a la condición de futbolista secundario en la plantilla, sometido al permanente cuestionamiento sobre su estado de forma entre fieles y críticos. Cincuenta y siete partidos, casi siempre como suplente, en las cuatro últimas Ligas no avalaban un futuro para un futbolista que lo ha sido todo en el cuadro rojiblanco.
Ayer, alabado por el presidente, Fernando Lamikiz, y arropado por el vestuario, apenas pudo articular palabra. Seguramente la foto real del momento le pasó factura. Sus compañeros asistieron al acto con el traje de faena, recién llegados del entrenamiento, y él, de calle, en una escenificación del final que le hizo llorar. Todo fue apresurado porque un día antes Guerrero se hizo la foto oficial con el equipo "para no dar pistas", según dijo, sobre una decisión que ya tenía completamente decidida.
Guerrero se comprometió con el Athletic de por vida, sobre todo a raíz de su renuncia a fichar por el Madrid y tras rechazar después ofertas de la Liga italiana, especialmente del Roma, que se mostró dispuesto en los años 90 a negociar su cláusula de rescisión. Nunca pensó en dejar el Athletic aunque todos los mensajes del club eran negativos. Hace cuatro temporadas dejó de ser titular y bajó apresuradamente en el escalafón. En el Athletic fueron muchos los que pensaron en una salida digna que no ensombreciera su historial y aligerase la eterna disputa entre sus fieles y sus detractores. Incluso el actual presidente llegó a afirmar que a partir de 2007 las cuentas del Athletic mejorarían por la ausencia de algunos futbolistas con ingresos elevados, en clara alusión a Guerrero, entre otros, que suponían un peso importante en el capitulo de gastos de la plantilla.
Según Lamikiz, fue Guerrero quien dio el primer paso para abordar la rescisión de su contrato "porque era el momento", según llegó a balbucear entre lágrimas sin añadir otra razón. A partir de entonces, el club decidió acordar la rescisión, de cuyos términos económicos no hay constancia, y aplicar las cláusulas de su contrato que le convierten en el único entrenador vitalicio de Lezama.
El acuerdo, que fue aprobado en 1996 por la junta directiva de Arrate -al parecer, redactado por Lamikiz, entonces secretario de la misma-, ha pasado por el resto de presidentes, con ligeros retoques. Ayer se hizo firme y Guerrero adquiere la figura de entrenador. Sin duda, el de juveniles mejor pagado de España.
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