Cuatro días de espera por El Canto del Loco

Llegaron el viernes a las diez de la mañana, inflaron colchones, desplegaron pancartas, y se sentaron en el suelo a esperar. Un grupo de unas veinte adolescentes -y un único chico- duermen desde ese día a las puertas de la plaza de toros de Las Ventas con el propósito de entrar las primeras en el concierto que el grupo El Canto del Loco ofrecerá hoy a partir de las diez de la noche.

La formación que lidera el madrileño Dani Martín ha vendido todas las entradas para los tres conciertos que darán hoy, mañana y pasado en Madrid. Tres días de lleno total: se han vendido 54.000 entradas.

"Nos conocemos por el chat de ECDL [abreviatura de El Canto del Loco] y por otros conciertos. Somos de Madrid, Málaga, Zaragoza y Barcelona. Lo único que queremos es entrar las primeras", contaron anoche las fans, ojerosas después de días sin apenas dormir y rodeadas de cajas de pizza. El tiempo lo matan "jugando a las cartas, oyendo música y recordando otros conciertos". Lo peor: la ola de calor y el miedo que pasan por la noche. "Tenemos el teléfono móvil con el 091 marcado ya por si acaso", explicaron. Cuando quieren ir al baño utilizan el de una cafetería cercana. "Nos dejan pasar. Yo creo que les damos pena", contó Eli Cabra, de 22 años.

"Nos conocemos del 'chat' y venimos de Madrid, Málaga, Barcelona y Zaragoza"

La policía municipal ya les ha dado algún toque cuando ha pasado por el coso taurino. "Pero son muy amables, nos preguntan si necesitamos algo", puntualizaron las chicas, que no desfallecen. Además, el encargado de seguridad de la gira del grupo, Tito, también vela por ellas. "Están locas", resumió el empleado al ver a las adolescentes tumbadas en los colchones al filo de la medianoche.

Varios chicos se acercan a saludarlas. "Es que venimos a pedirlas perdón, somos de aquí, de La Elipa, y el otro día veníamos de marcha a las cinco de la madrugada y las metimos un susto", contaron Dani y Alejandro. "¡Se nos tiraron encima en plan plancha!", se quejaron las adolescentes. Pero ellas les perdonan. "Es que se llaman igual que Dani y Jandro

[dos de los miembros de El Canto del Loco] y eso nos gusta".

Pero el susto grande se lo llevaron las fans el sábado por la noche. "Un hombre no dejaba de mirarnos y a dos nos siguió cuando íbamos a hacer pis. Tuvimos que llamar a la policía", afirmó Samantha Cabra, una catalana de 18 años.

Al lado de las chicas, escucha muy callado el único miembro masculino del clan, un tinerfeño de 14 años que se llama Felipe Cortez. "Es que él ha venido por amor, a conocer a una de nosotras en persona y que sólo conocía del chat", confiesa una de las chicas mientras mira de reojo a otra que lleva dos coletas y que se llama Cristina. El chico lleva el nombre de Cris rapado en los laterales de la cabeza.

Amoríos aparte, las adolescentes sólo sueñan con el momento en el que hoy por la tarde se produzca la apertura de puertas. ¿Y cuál es el mejor sitio para ver el concierto? "Pues en primera fila y en medio, tirando hacia donde está Chema [uno de los miembros de El Canto del Loco y que toca el bajo]

", contestaron sin dudar. Y es que en los amores de las muchachas no hay duda en que "David es el más guapo" y en que "Chema es el más simpático". Lo saben de oídas y de las pocas veces que han podido acercarse. "Nada, alguna vez para que nos firmasen una foto", contaron resignadas.

Su pasión por El Canto del Loco hará que hoy por la noche en el concierto se queden clavadas en las vallas de la primera fila. "Luego no veas cómo te duelen los brazos, te salen moratones y todo", afirmaron orgullosas. Hasta el momento, hacen turnos para que siempre haya alguien en vela. "Una duerme dos horas y luego otra, y así. No podemos bajar la guardia no sea que alguien con todo el morro se nos pongan por delante", señalaron. A la una de la madrugada empiezan a apagarse las luces de la zona y las chicas ya pueden empezar a conciliar algo el sueño.

Detrás del grupo de adolescentes que tiene la mejor posición hay, en segundo lugar en la cola, dos chicas de Alicante: Lorena y Adriana, de 19 y 18 años. Llegaron ayer a las cuatro de la tarde y aún les queda rato: sus entradas son para el concierto del jueves.