Un incendio arrasa 150 hectáreas de terreno forestal en el parque natural de Grazalema

Un incendio declarado en la tarde del domingo y que no pudo ser sofocado en su totalidad hasta última hora de la mañana de ayer ha calcinado, según la última medición del Infoca, unas 150 hectáreas de matorral y pasto entre los municipios gaditanos de Benaocaz y Villaluenga del Rosario, en el parque natural de la Sierra de Grazalema. Las llamas provocaron el cierre de dos tramos de la carretera comarcal A-374 entre Ubrique y Benaocaz. Otro fuego afectó ayer también a un cámping de Conil y a una zona de Chiclana, donde ardieron cuatro parcelas habitadas.

El incendio de Grazalema dejó sin luz a Benaocaz y Villaluegadurante la madrugada. Además, las llamas inutilizaron parte de la red de antenas y centrales de telefonía. Las deficiencias en las comunicaciones se mantuvieron entre las 19.00 del domingo y las 7.00 de ayer.

Según el alcalde de Villaluenga, Alfonso Moscoso, "el daño es enorme porque, junto al perjuicio medioambiental, el incendio ha dejado sin comida al ganado de las fincas afectadas".

El primer edil confirmó que, tras haber inspeccionado la zona, el incendio no ha alcanzado el conjunto de Cuevas de la Manga de Villaluenga y la Sierra del Caillo, donde se conservan restos de pinturas rupestres. Las cuevas, una treintena en total, han permanecido a salvo de la llamas "gracias a que el viento, aunque alimentó el fuego, lo desplazó en dirección contraria a los accesos", según según Moscoso.

El alcalde solicitó a la Junta de Andalucía la apertura de una investigación para determinar el origen del incendio, ante la "sospecha de que haya sido intencionado". Según Moscoso, el pasado año, a mediados de julio, a la misma hora y en el mismo lugar se declaró un incendio de menor trascendencia.

La consejera de Medio Ambiente de la Junta, Fuensanta Coves, confirmó ayer en Cádiz la apertura de la investigación solicitada por el alcalde de Villaluenga porque, según la responsable autonómica, "el monte nunca se quema solo".

En las labores de extinción participaron cuatro helicópteros, dos camiones anfibios, dos autobombas y un vehículo de coordinación. Los trabajos estuvieron dirigidos por cuatro especialistas del Plan Infoca de la Junta y 9 técnicos de la Consejería de Medio Ambiente.

A este fuego, se sumaron otros dos en Conil y Chiclana. En el primer municipio, ardieron tres hectáreas de pinares. Las llamas llegaron a entrar en el cámping Cala del Aceite, que tuvo que ser desalojado. Ardieron dos caravanas. Los usuarios pudieron volver por la tarde una vez extinguido completamente el incendio.

Por la tarde, bomberos, policía local y protección civil de Chiclana sofocaron otro fuego en la zona de Coto de la Campa, que llegó a afectar a cuatro parcelas habitadas, aunque las llamas no entraron en las casas. "Todo apunta a una negligencia", dijo ayer el concejal de Seguridad, Diego Benítez.

Por la mañana, los bomberos habían estado enfriando los rescoldos del incendio que el día anterior había quemado 14 hectáreas en el entorno de la urbanización de Las Mogarizas, una de ellas dentro del parque natural. El fuego provocó daños importantes en un pinar y obligó a desalojar casas.

El informe de los bomberos sitúa el origen de las llamas en una parcela particular donde se acumulaba "una importante cantidad de basuras". No determina si en el inicio del incendio hubo negligencia o intención. Aunque no afectó a casas, las llamas sí entraron en parcelas, sobre todo aquellas donde la vegetación no estaba cuidada. De ahí que los bomberos recomienden en su informe limpiar el vegetal seco, que puede arder con temperaturas de más 35 grados y viento, circunstancias que se dieron el domingo.

El Ayuntamiento de Chiclana se adelantó ayer a este informe y anunció que se reforzaría el control de las parcelas para "insistir" con los pequeños propietarios en la necesidad de la limpieza.