Maestros malagueños crean una herramienta de lectoescritura

"Me encanta, porque puedo aprender a leer y muchas cosas más", dice Estefanía, de cinco años, sin apartar la mirada de la pantalla del ordenador. Junto con sus compañeros de clase del CEIP Fuente Nueva de San Pedro de Alcántara (Málaga), está navegando por el Zoo de las Letras, un proyecto educativo multimedia que acerca a los niños de entre tres y seis años a la lectoescritura.

En el Zoo de las Letras viven animales parlantes que, con la ayuda del mago Aurelio, enseñan a un niño y a una niña, Quico y Queca, a leer y a escribir. Cada animal presenta la letra que corresponde a su inicial (la vaca Violeta, la uve; la jirafa Josefina, la jota; el pato Pepe, la pe, etcétera) y desde cada letra se accede a una canción.

Los textos de los cuentos, apoyados por animaciones que combinan dibujos con paisajes reales, fomentan la lectura y tienen en cuenta otros valores, como la aceptación de la diferencia, la ternura, la amistad, la importancia de compartir, de ayudar, de dialogar...

"Las particularidades de la lengua se solventan con los propios personajes de los cuentos, con lo cual se hace más asequible a los alumnos", explican María José Bravo y Carmen Ortega, maestras de educación infantil y autoras de la web. La hache, que pertenece al hipopótamo Hipo es muda porque el animal está afónico.

Utilizar un método multimedia para el aprendizaje de la lectoescritura supone un ahorro de tiempo y al llegar a los cinco años "los niños conocen todos los fonemas, aprenden a leer prácticamente solos y nos podemos dedicar más a fomentar la expresión escrita", explican las profesoras.

El 95% del alumnado de cinco años ha adquirido la correcta direccionalidad de las grafías, puesto que el proyecto cuenta con unas animaciones que indican el trazo de cada letra; desde los tres años, los niños van imitando los gestos.

La web, realizada con herramientas multimedia nada complicadas, como el editor de imágenes iMovie y el programa iCartoon, motiva a los niños por su sencillez, explica Ramón Honorato, profesor de música y autor de la web. "Los alumnos sienten los entornos cercanos a su mundo y además notan la cercanía de algunas cosas en las que han colaborado, como algunos niños que han prestado sus voces".

Los niños "están un poco cansados de animaciones técnicamente perfectas en colores nítidos y movimientos realistas tipo Disney". Sara, de cinco años, ríe cuando la oveja Olga empieza a cantar: "Me gusta mucho porque tiene ritmo y, además de enseñarte la o, te anima a bailar".

La tecnología como un elemento más del aula permite integrar mejor que antiguamente los contenidos que se enseñan. Para los profesores es muy importante el aspecto fundamental de la "educación de la sensibilidad" a través de la música.

ZOO: www.juntadeandalucia.es/averroes/intervideo/Zooletras/indexzoo.html