Llamadas sin fin

Ocasionalmente un pequeño error humano, unido a la asepsia tecnológica, se ceba en una persona hasta situaciones límite, propias de un psicothriller de Hollywood. Eso le ocurrió a Víctor de Madrid, que se despertó el 6 de abril con una llamada de alguien que preguntaba por un empleado de Banesto. A esta llamada siguieron muchas más. "Recibo en mi domicilio particular del orden de 100 llamadas telefónicas diarias desde sucursales de Banesto de toda España".

Trató de solucionar este problema con Banesto, pero nadie parecía ser el responsable ni saber cómo solucionarlo. "He llamado a los servicios de Internet de Banesto, he enviado una carta al servicio del cliente y he tenido algunos otros contactos más internos, pero están muy despistados", se lamentaba, inquieto por no ver una solución.

La situación duró unos 15 días, creando evidentes molestias personales. Pasado un mes, aunque las llamadas ya se habían reducido, Víctor logró por fin contactar con la persona adecuada, que le informó de que el problema había sido producido "por un error humano al introducir un número de teléfono en la Intranet de Banesto".

Desde Banesto confirman al Ciberp@ís esta versión y añaden: "En el mismo momento en que Banesto tuvo constancia, se adoptaron las medidas oportunas para subsanarlo", y aseguran: "Nos pusimos en contacto con el afectado con el fin de pedirles disculpas por las molestias causadas".