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Crítica:LIBROS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El petróleo se resiste a desaparecer

Jesús Mota

Para quien crea que el mercado del petróleo está dominado por oscuras y malignas fuerzas que manipulan el precio a su antojo, imponen recortes de producción y deciden desde tenebrosas covachuelas la prosperidad o la ruina de las economías occidentales, el libro de Emilio Figueroa El comportamiento económico del mercado del petróleo resultará sumamente instructivo, porque contribuirá a disipar sus prejuicios; para quienes pontifican animosamente sobre la evolución del precio con el exclusivo argumento de la escasez o abundancia de la producción, también, porque le aportará más criterios de cálculo, incluso algunos de orden político. El comportamiento económico... tiene como prinicipal virtud -quizá no buscada por el autor- revelar los perfiles de un negocio muy complejo, zarandeado por intereses racionales, unas veces, y pintorescos, otras, y empujado hacia adelante por presiones en las que cada vez resulta más difícil separar los condicionantes financieros de los industriales.

El comportamiento económico del mercado del petróleo

Emilio Figueroa

Editorial Díaz de Santos

ISBN 84-7978-739-2

El petróleo tiene mala prensa por razones obvias -contaminación, calentamiento global- pero, además, produce divertidas alucinaciones. No deja de resultar chusco que algunos analistas, en sesudas publicaciones e informes, vengan profetizando durante los últimos treinta años el inevitable agotamiento del crudo y la urgencia extrema de encontrar fuentes de energía que lo sustituyan. Estos análisis apocalípticos aseguraban en 1973 -primer shock del petróleo- que sólo quedaban reservas de crudo para 50 años; son los mismos modelos de proyección que pronostican ahora que queda petróleo para 50 años y que dentro de diez años prometerán reservas para otros 50 años. Así, de 50 en 50, puede sostenerse que queda petróleo para miles o millones de años, según convenga.

Felizmente, estos ejemplos de simplismo con los que se atiza el alarmismo energético, influyen hoy bien poco en la opinión pública. Hoy parece cristalizado el lugar común de que la producción de petróleo, aunque las reservas sean limitadas -como las de cualquier materia prima-, no depende hoy de la mal calculada cantidad de reservas, sino del precio, la inversión y la tecnología. A este tipo de exámenes más racionales pertenece el libro de Figueroa. El comportamiento... pretende aclarar desde las primeras páginas cuáles son los parámetros adecuados para analizar el mercado del petróleo, sus fases de actividad -los ya famosos términos upstream o aguas arriba y downstream o aguas abajo-, la importancia del consumo de energía en el mundo, la evolución de la oferta y la demanda, los problemas del refino -principalmente industriales- y las múltiples controversias surgidas en torno al precio. Cómo no, también los efectos de la aparición de los mercados de futuros, que Figueroa juzga con comedimiento: "Los mercados de futuros no marcan el precio de las commodities".

En conclusión, un examen muy completo de todo lo que influye en el mercado petrolero, expuesto con ánimo didáctico y exento de los fundamentalismos de corte mercantilista o ecologista que suelen enfrentarse en las tertulias y páginas de opinión cuando se produce algún crecimiento escandaloso del precio del barril. Ejemplo de esta asepsia es el exquisito cuidado con el que trata la cuestión antes citada de cuánto petróleo queda en el subsuelo del planeta y cuál será su participación en la demanda mundial de energía del futuro. Prácticamente se limita a comentar los informes mundiales elaborados sobre el asunto, de suma competencia técnica todos ellos. Como el del World Economic Council, que calcula que el año 2050 los combustibles fólsiles todavía agruparán el 50% de la demanda mundial de energía. El crudo se resiste a desaparecer.

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