Una cuestión de físico
Los curiosos métodos del estadounidense Mark Verstegen cambian el perfil de la selección alemana y la hacen más ágil y veloz
Al saber que la federación alemana había contratado a Mark Verstegen, el rotativo alemán Bild, le dio la bienvenida a su manera, titulando la información: "¿No hay un solo alemán que sepa hacer este trabajo?". Jürgen Klinsmann sabía que no, que el hombre que necesitaba para cambiar los conceptos de la obsoleta preparación física del fútbol alemán estaba a las afueras de Los Ángeles. El día que se puso manos a la obra, el impacto fue brutal. "Take care of your J.Lo", se le escuchó gritar. La alusión al trasero de la cantante Jennifer López ya se ha hecho común entre los jugadores, pero aquel día generó no pocas bromas. Ahora son los jugadores quienes se acuerdan de J.Lo durante los ejercicios -algunos realmente sorprendentes- que realizan en los entrenamientos.
Los jugadores corrían con los pies atados y le dedicaban muchas horas al gimnasio
Garantiza mejorar el potencial, prevenir las lesiones y alargar la carrera de sus pupilos
"No podíamos seguir trabajando como hace 20 años, sencillamente, ya no se juega como hace 20 años", ha razonado Klinsi sobre el tema. "Necesitamos jugadores más ágiles, más ligeros y rápidos para llevar a cabo el estilo de fútbol que queremos". Según el seleccionador germano, era de urgente necesidad reconsiderar los planteamientos de la preparación física. El día que llamó a la puerta de Verstegen, en el Home Sport Center, un fabuloso complejo deportivo, edificado mediante donaciones privadas en los terrenos de la California State University, a las afueras de Los Ángeles, descubrió que era el hombre que necesitaba. Responsable de la preparación física de la Fundación David Beckham, el nuevo gurú del culto al cuerpo, profesional, en Estados Unidos no era un desconocido para el mundo del fútbol: trabajó varios años con la selección femenina -"conocerle ha cambiado mi vida deportiva", declaró la estrella del fútbol mundial, Mia Hamm- aunque está especializado en el trabajo con deportistas de élite. Por sus manos han pasado también Sara Schleper -mejor esquiadora estadounidense en Turín 2006-, Mario Williams -número uno del draft por Carolina del Norte en la NFL-, Garret Atkins -elegido como miembro del equipo ideal de las series mundiales de béisbol- o Cadillac Williams -mejor rookie ofensivo del año en la NFL- por citar sólo a alguno de los triunfadores de la presente temporada. A todos les promete lo mismo: garantiza con su método de trabajo mejorar el potencial, prevenir las lesiones y alargar la carrera de sus pupilos. No les hace más guapos, pero si más resistentes, más rápidos y más ágiles, que es lo que Klinsmann necesitaba.
Como hace con todos sus clientes, en la selección de Alemania también personificó protocolos de trabajo. Hace justo un año entregó un informe individual a cada uno de los 40 jugadores con opciones de acudir al Mundial para que llevaran a cabo una serie de ejercicios a diario. Dado que el delantero Asamoah no presentaba mejora en las pruebas periódicas a las que sometía a los jugadores, Klinsmann decidió que se pasara por Los Ángeles durante el parón invernal de la Bundesliga. Su mejoría fue indudable. La suya y la del resto de jugadores.
Puede que sus métodos de trabajo fueran algo chocantes al principio y que las imágenes de los jugadores corriendo con los pies atados como si fueran reos, ejercitándose con gomas elásticas, haciendo rondos en movimiento o las muchas horas que se dedicaban al trabajo en el gimnasio resultaran sorprendentes. Pero el beneficio es evidente. Klinsmann tiene lo que quería: un equipo que en nada se parece al tradicional equipo alemán. Lejos de ser pesada y tosca, la nueva Alemania ha pasado de ser una apisonadora física a un equipo volátil, ágil, ligero. Físicamente, ya no es de piedra pómez, parece terciopelo, no busca el choque porque evita el contacto, ya que tiene las de perder. Y más que correr, trota y brinca.
Buscaba Klinsmann agilidad y velocidad para acompañar la fortaleza intrínseca de sus jugadores. Y ahora Alemania vuela. Gran parte de culpa la tiene un americano con fama de sargento en el trabajo que le grita al que se duerme: "beware of your J.Lo". Algo parecido a que espabile, que le pesa el culo.
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