"Mi miedo es que nos quedemos mirando qué bien juega Ronaldinho"

Pregunta. ¿Cómo se gana a Brasil?

Respuesta. (Risas) No veo manera. Con todas esas figuras y ese conjunto tan fuerte... Pero, bueno, nosotros no tenemos nada que perder. Vamos a intentar darles guerra, jugar bonito, al toque, y si sale bien... sale bien. No sería nada raro perder con Brasil, ¿pero y si les sorprendemos? Sería el gran bombazo. Y de una cosa estoy seguro: si quieren ganarnos, tendrán que sufrir.

P. Usted admitió que contra Estados Unidos no jugaron como ante los checos porque hubo nerviosismo. ¿Cómo reaccionarán, entonces, sus jugadores frente a las superestrellas brasileñas?

R. Ése va a ser el problema. Por ejemplo, Shilla, el central izquierdo, juega en el Asante Kotoko, en Ghana, y nunca había participado en una competición grande. Tengo miedo de que se quede parado mirando qué bien juegan Ronaldo o Ronaldinho y pensando a quién le va a pedir el autógrafo y la camiseta. Todavía no sé cómo hacer para que no reaccionen negativamente al verse ante Brasil. Mi tarea será hablar con ellos para impulsarles a jugar contra los mismos que ellos admiran cuando los ven por televisión.

"De una cosa estoy seguro: si los brasileños quieren ganarnos, tendrán que sufrir"

P. De todos modos, usted es especialista en misiones difíciles: Venezuela, Ruanda, Myanmar, Ghana. ¿De dónde le viene esa afición?

R. Pura casualidad. Nunca he tenido un intermediario para colocarme en un equipo o una selección de alto nivel. Mi camino siempre fue complicado, pero entendí rápido que no podía darme el lujo de rechazar ofertas por dos razones: somos muchísimos los entrenadores sin trabajo y soy serbio y usted sabe que a los serbios el mundo nos considera malas personas. Entonces, me tocó viajar por países poco conocidos por su fútbol y, como mi filosofía es trabajar mucho, siempre me esforcé por enseñar lo que sé allí donde estuve.

P. ¿En qué se diferencia el fútbol africano del resto?

R. Técnicamente, es igual al europeo o el suramericano, pero los jugadores tienen más velocidad y se divierten más jugando.

P. Entonces, ¿por qué no termina de dar el salto de calidad que se viene anunciando desde hace 15 años?

R. En el continente africano hay tres zonas. El sur es Europa. Tienen dinero y facilidades para desarrollar el fútbol. El Mediterráneo tiene influencia y dinero por la cercanía con Europa. En el centro, en el África negra, no hay dinero para nada. No hay terrenos de entrenamiento ni campeonatos de categorías menores. En Ghana hay dos o tres academias y los clubes reclutan a los futuros profesionales ahí o directamente en la calle. Progresar así es imposible.

P. ¿La llegada masiva de entrenadores europeos no les ha hecho perder futbolísticamente su alegría natural?

R. Cuando se insiste mucho en la disciplina táctica, la virtud de la alegría se pierde. Hay que encontrar el término medio. Darles libertad para enseñar todo su talento y ponerles un poco de disciplina. Pero sólo un poco porque nunca podrás convertir a los africanos en máquinas. Nunca jugarán como los alemanes.

P. Pero usted da mucha trascendencia a lo táctico.

R. No tanta. Insisto mucho en la disciplina táctica porque sin ella no se va a ninguna parte, pero prefiero tener al equipo bien preparado físicamente para que pueda mantener un ritmo alto los 90 minutos. En esta Copa del Mundo se ha notado que los equipos bien preparados han ganado en los minutos finales.

P. ¿Por qué no tiene preparador físico?

R. Yo trabajo todo lo que puede hacer un preparador físico, pero con balón porque el esférico es lo más importante. Lo táctico mis jugadores lo saben, ya que juegan en equipos de primer nivel.

P. ¿Cumple el africano con lo que se le indica?

R. Es difícil porque su mentalidad es distinta. Ellos quieren jugar como en la calle, mostrar lo que saben, irse de los rivales y, cuando pierden el balón, explicarle a alguien qué ha pasado en vez de regresar a su posición.

P. ¿Algún día veremos un equipo africano en una final?

R. ¿Por qué no? Puede ser en 2010. Se jugará en África y recibirán todo tipo de apoyo, pero es que, además, hay selecciones muy fuertes en el continente.

P. Cuando el árbitro pitó el muy dudoso penalti a favor de Ghana contra Estados Unidos, más de uno dijo que, pensando en 2010, la FIFA necesitaba al menos un equipo africano en los octavos de final.

R. Todos sabemos que el fútbol es un negocio, pero no tanto.