Nike / Adidas
No debemos olvidar en estos momentos de euforia que España es Adidas y que hasta el momento sólo goleó a la marca Lotto (Ucrania) y ganó con cierta angustia a Puma (Túnez). En octavos, tal y como ruedan las cosas, tendremos que enfrentarnos a marcas mucho más serias y globalizadas O bien a una selección gemela del sponsor Adidas, la temible e imprevisible Francia si es que mañana vence al Puma de Togo, o a un siempre peleón equipo Nike, Corea del Sur, si se impone a Suiza, otro Puma.
Que me perdonen los puristas del Mundial, pero así es como hago las cuentas y las apuestas patrióticas desde que me tomé en serio la globalización. No entiendo nada de científicas tácticas en el centro del campo (simetría lateral y rotatoria) y por lo que he podido observar hasta el momento, sólo sirven para justificar a posteriori cosas muy poco geométricas: psicologías incontroladas, meteduras de pata o chiripas de ciertos ídolos. Pero entiendo algo de marcas y tengo una fe ciega en los sabios publicitarios de las zapatillas, camisetas, calcetines y sudaderas que han pagado millones de yens, euros y dólares para financiar sus selecciones. Si los genios de Nike, Adidas o Puma han gastado lo que se han gastado en este primer Mundial de la globalización por unos paquetes de patrias, quién soy yo y mi pequeño localismo para discutirles a los linces de las marcas globalizantes lo que ocurrirá en la final y hasta en la semifinal.
Hasta el momento, y en el terreno de juego, vence Adidas, vencemos por goleada, pero los mejores spots de este primer Mundial son los de Nike en contraste con el fútbol que están haciendo. Brasil aburre a las piedras, Holanda no ha hecho nada digno de mención y Portugal y México sólo aguantan. Admitamos, sin embargo, que las publicidades de Nike son las mejores imágenes globales vistas en las pantallas planas del televisor y eso explicaría la decepción brasileña: sus estrellas han filmado tantos anuncios deslumbrantes de jogo bonito que están agotados o dormidos después del esfuerzo de tantos rodajes. A los de Adidas, en cambio, se les ve más frescos, concentrados y tienen un fútbol más eficaz (Alemania, Argentina, España) aunque sus publicidades, ¡ay!, sean mucho peores.
A las 20.00 h. del 9 de Julio, en Berlín, está escrito que será un duelo entre Nike y Adidas. La única incertidumbre consiste en saber si serán los nikes de Brasil, Países Bajos o Portugal o los chicos adidas de Argentina, España o Alemania. El resto de las marcas (Puma, Umbro, Lotto o Marathon) no tienen las menor posibilidad.
Todo este berenjenal esférico en el que estamos metidos también es batalla de marcas globalizadas en el que los patriotismos locales pintan muy poco. Sólo hay dos opciones posibles y el único suspense consiste en saber si el rival del Nike amarillo, si despierta de su millonaria digestión publicitaria, será un Adidas argentino o europeo.
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