Botas con pedigrí
Los futbolistas españoles eligen a su gusto el calzado con el que juegan y lo personalizan
El pasado miércoles, contra Ucrania, Torres marcó el cuarto gol de España -escogido como el mejor de la primera jornada del Mundial- con una bota con tacos de goma. Normalmente, todos los futbolistas los usan sólo en los entrenamientos. Él también. El porqué de que decidiese jugar con goma tiene que ver con las sensaciones del futbolista, pero puede que también con los nuevos tipos de los enganches de los tacos en la planta de la bota. "El terreno estaba duro y preferí jugar con goma", asegura El Niño. Es posible que se le rompiera el taco en el calentamiento, pero que no lo diga para proteger a su patrocinador. De hecho, tanto en Nike como en Adidas saben que tienen un problema: las botas, últimamente, pierden tacos con mucha facilidad y raro es el partido en el que por el campo no queda alguno. Jugar con goma, en cualquier caso, le trajo suerte: marcó un golazo.
Taco de aluminio, de 13, 16 o 19 milímetros, taco de goma, multitaco -combinación de unos y otros- los spy, que son como alargados, y de cada uno de ellos, variaciones. Tal es la oferta que se maneja en el vestuario español. Dos horas antes de los partidos, Jesús de la Cruz, madrileño de Moratalaz, tiene dos o tres pares de botas listas por jugador. Cuestión de gustos. Suele ir por línea. Los porteros, taco siempre - 16 milímetros atrás y 13 delante usa Casillas- "Por regla general, los defensas preferimos taco largo", dice Sergio Ramos, que monta la misma formula 4+6 que su portero. "Yo no me puedo arriesgar a resbalarme. Si un delantero se resbala, no pasa nada. Si lo hago yo, la liamos", dice el andaluz. "Lo hace porque así las patadas le duelen mas al delantero", bromea Cesc, taco de goma casi siempre, excepto si llueve.
Los ingleses tienen una variante del spy, taco alargado y plano, que acaba como en punta. Los usa Xabi Alonso. Otro jugador de la Liga inglesa, Luis Garcia, monta taco de 13 milímetros conocido como argentino, pues es de los de forma hexagonal. Los delanteros, por regla general, prefieren taco de goma. Dice la leyenda que se clava menos y, si se clava menos, es menos probable que haya lesión de rodilla. No hay datos que avalen esa tesis más allá de un libro que probó en una universidad cómo un modelo de una determinada marca influía brutalmente en las lesiones de tríada. El libro fue retirado de la venta al público.
Las botas, que nacieron como protección contra la dureza del balón, terminaron siendo, además de una herramienta de trabajo, una fuente de ingresos económicos para el jugador. Xavi y Raúl son los dos iconos de Adidas en el grupo y los que más dinero cobran de sus firmas. Con permiso de Puyol. Los tres son de lo más sencillos en el gusto. Raúl personaliza sus botas, doradas y blancas, pero el taco es de lo más normal, como el de Xavi. De los pequeños. En las de los tres pone el nombre. De hecho, en casi todas las botas de los internacionales pone el nombre. En las de los andaluces del equipo la bandera española no falta; en la de Villa se incluye la asturiana y su mote, Guaje, y en la de Cañizares hay de todo: bandera española, el nombre y un lema: Furia Roja. Sergio Ramos incorpora los nombres de sus hermanos. Y Reyes, los de los padres.
Puede que ahora no sea determinante usar una bota u otra, pero hubo un tiempo en que sí. En 1954, con los modelos de Addi Dassler, Alemania logró ganar contra pronóstico a Hungría en la final del Mundial de Suiza. Jarreaba aquella tarde y los magiares apenas si podían mantener el equilibrio mientras Fritz Walter y los suyos lograban una sorprendente victoria.
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