"Pelé bajó de Saturno"
Hasta una de las azafatas de la FIFA está enamorada de este viejecito encantador que formó una pareja demoledora en la delantera del Santos junto a Pelé. Él era el 11 y Pelé el 10. Dos mitos en Brasil. A los 71 años, sigue vinculado al fútbol: ha sido hasta hace poco director técnico del San André. "A ver cuándo carajo España va a ser campeón", dice para subrayar sus orígenes españoles.
Pregunta. ¿De dónde es originario?
Respuesta. De Berín, en Orense. Mis padres eran gallegos. Como entrenador trabajé dos años en Qatar y tuve la satisfacción de tener dos años conmigo a Guardiola, el capitán de mi equipo y un extraordinario jugador. Le mando un gran abrazo. Es uno de los mejores jugadores con los que he trabajado en mi carrera.
P. Mauro Silva dice que usted es un mito en Brasil. ¿Cómo jugaba?
R. Un extremo izquierdo muy rápido. Al estilo de Gento. El Barcelona trató de ficharme varias veces porque quería un extremo de esas características, pero el Santos se negó.
P. Forma parte de la historia del Santos.
R. El Santos es el equipo de mi corazón, en el que jugué todos los años de mi carrera y del que fui cinco veces entrenador. Antes de venirme para acá me hicieron un homenaje muy bonito. Me casé y moriré en el Santos. Mis cuatro hijos son santistas.
P. ¿Cómo fue esa pareja mágica que formó con Pelé?
R. Jugué doce años junto a él, formando el ala izquierda. Yo digo siempre que soy el máximo goleador de la historia del Santos, con 405 goles. Pelé marcó 1.200, pero él no es humano. Bajó de Saturno, es ET. No era fácil jugar con él porque quería que el resto, simples humanos, hiciéramos lo mismo que él, cosa imposible. Somos amigos y fui padrino de su primer casamiento.
P. En Suecia 58, Pelé tenía 17 años, un crío.
R. No empezó jugando, hasta que Feola colocó a Zitto, Pelé y Garrincha, tres jugadores simplemente geniales. Pelé era un niño, pero un niño fuerte que se convirtió en un goleador y en ídolo mundial. Tenía mucha fuerza muscular, potencia y rapidez. Sorprendió a todo el mundo, menos a nosotros, que ya sabíamos que iba a ser el mejor. Yo tenía por entonces 23 años.
P. Después llegó el Mundial de Chile 62.
R. Hubo un problema muy serio: Pelé tuvo una lesión muscular y se tuvo que ir. Entró Amarildo. Pero, sobre todo, apareció Garrincha, un futbolista maravilloso.
P. Casi un analfabeto que jugaba por instinto.
R. Era un muchacho muy alegre, sin mucha cultura, pero muy inteligente, sobre todo dentro del campo. Tenía un regate, siempre el mismo, que nunca podían neutralizarlo: de diez veces, nueve salía por la pierna izquierda del defensa. Todos sabían su jugada, pero era demasiado rápido. Un mago. En este Mundial, hizo goles de falta, de cabeza, con la izquierda... Genial.
P. ¿En aquella época se divertían mucho fuera del campo?
R. Había días de juerga, sí. A Garrincha le gustaba mucho salir con las muchachas, pero me parece bien porque dentro de la cancha era un demonio. Hay tiempo para todo: un jugador debe tener una vida normal. Hacer sexo dos o tres días antes del partido lo veo bien.
P. ¿Aquel Brasil suyo era más mágico que el actual?
R. Antes, las diferencias eran mayores. El Santos ganaba 12-0. El actual Brasil tiene un cuarteto de oro: Kaká, Ronaldinho, Adriano y Ronaldo. Pero también lo había en el 58: Garrincha, Didí, Vavá y Pelé. O en el 70: Jairzinho, Gerson, Rivelino y Pelé. Brasil tiene nada menos que 97 campeones mundiales, 85 vivos.
P. ¿Quiénes del 58 han venido a Múnich?
R. Djalma Santos, Bellini, Orlando, Zitto, Moacir, yo y Zagallo, que está con la selección.
P. ¿Qué consejos daría a los chicos de Parreira?
R. El 90% de los brasileños están jugando en Europa. Están acostumbrados. Son muy experimentados y saben cómo jugar.
P. ¿Por qué España no gana nada?
R. Si no es Brasil, me gustaría mucho que el campeón fuera España. Es un problema anímico. Me gusta mucho el delantero centro del Atlético, Torres. Creo que será la sensación de esta Copa. Lo mismo que Robinho. Conseguirá la titularidad durante el torneo. Y también Messi, que tiene recursos extraordinarios.
