La sequía, sólo para el campo
Las comunidades levantan las restricciones al golf y los jardines pese a que los embalses están peor que el año pasado
España afronta su segundo verano con los embalses asomando barro. Pero sólo los agricultores lo notan. Las únicas restricciones de agua son al regadío. La Comunidad de Madrid (PP) ha levantado la prohibición de llenar piscinas y la Junta de Andalucía (PSOE) ha suspendido las restricciones a la Costa del Sol. Nadie quiere un verano con cortes porque eso ahuyenta a los turistas. En Murcia y Valencia es fácil ver las lánguidas colinas de los campos de golf empapadas en el agua de los aspersores.
La imagen es bonita, pero el director general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop, la vive como "un fracaso". "No hemos transmitido la gravedad de la situación. Es prematuro pensar que la sequía ha terminado, puede llegar un tercer año", menea la cabeza.
El curso 2005-2006 no ha sido tan seco como el anterior, que batió todos los registros. Y sin embargo, las lluvias registradas siguen por debajo de la media histórica. El temor es que los ciclos de sequía pueden durar varios años.
La situación que vive España es paradójica. Por un lado, los agricultores tienen restricciones en media España, desde Valencia a Huelva, para garantizar el abastecimiento; el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel está seco; los ríos no alcanzan el caudal ecológico y proliferan algas por la sequía. Por otro, los jardines -algunos en zonas desérticas- siguen verdes, las piscinas están llenas sin que nadie vigile si reciclan el agua y muchas calles se baldean con agua potable.
El ministerio afirma que el suministro humano está garantizado, pero critica que los ayuntamientos no ahorren más agua para aliviar al campo. Las comunidades del PP acusan al ministerio de no darles más agua y las del PSOE reclaman más competencias y el fin de los trasvases.Este es un viaje por las dos Españas del agua. Desde los que prefieren la sequía porque permite practicar el swing bajo el sol hasta los agricultores que ven perder la cosecha.
URBANISMO Sin límite en las urbanizaciones
Las urbanizaciones no tienen problemas de abastecimiento salvo en casos puntuales. No hay restricciones en prácticamente ningún sitio ni para el riego de jardines ni las piscinas. Así ocurre en Castellón, en la cuenca del Júcar, que está al 21,2% de su capacidad. Allí, la disponibilidad de agua no ha sido un requisito hasta ahora para el desarrollo de Oropesa (Castellón). La construcción de miles de apartamentos en Marina d'Or no ha llevado acarreada la exigencia de ninguna fórmula para solventar el incremento del consumo de agua. Así, con las instalaciones y recursos de los que disponía cuando era un pequeño municipio de apenas 3.000 habitantes está haciendo frente a una población que, durante varios meses, supera las 100.000 personas.
El sistema de tratamiento del agua únicamente ha variado con la previsión de ampliar la actual depuradora, que puede cubrir a una población de 25.000 habitantes, según la Generalitat Valenciana.
Para los futuros desarrollos, que dejan pequeño el actual complejo Marina d'Or, el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, solicitó a la empresa pública Acuamed, del ministerio, la construcción de una desaladora. La sociedad prevé levantar una planta que aportará un caudal de 65.000 metros cúbicos al día en una primera fase y 130.000 metros cúbicos al día a largo plazo tras una inversión de 62 millones de euros. El proyecto prevé la construcción de tres campos de golf y 40.000 viviendas para las que se estima una población aproximada de 94.000 personas. También incluye seis hoteles con un total de 7.500 plazas. Uno de ellos estará destinado al turismo de salud, con más de 600 habitaciones y 12 piscinas, que verterán cascadas de agua. Otro de los hoteles, el Acuario, ocupará el centro de un gran arrecife de roca y agua, con 12.000 peces que se podrán ver directamente desde las habitaciones.
GOLF La Junta andaluza levanta las restricciones
La Costa del Sol occidental -la franja del litoral malagueño entre Torremolinos y Manilva y joya del turismo andaluz- ya no sufre escasez de agua. Al menos oficialmente. Así consta después de que el comité de gestión de sequía, presidido por la consejera de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Fuensanta Coves, sacara a estos municipios del Decreto de sequía aprobado el 7 de noviembre de 2005 ante el alarmante bajón de los pantanos tras el peor año hidrológico en 60 años.
El levantamiento de las restricciones, que incluía la prohibición de usar agua potable para regar jardines y llenar piscinas, y limitaba de 1.000 a 200 hectómetros cúbicos por hectárea y mes el agua no potable para la irrigación de campos de golf y explotaciones agrícolas, ha sido posible por tres factores. El primero es el propio ahorro generado el decreto. El segundo es la entrada en funcionamiento de la desaladora de Marbella. Y el tercero, y más importante, ha sido un invierno y una primavera lluviosos.
La Junta ha abierto la posibilidad de llenar las miles de piscinas privadas y aumentar de 200 a 700 metros cúbicos de agua no potable por hectárea al mes para los greens de los 28 campos de golf de los municipios costeros. Algunas voces se han levantado para pedir precaución ante el levantamiento del decreto. El secretario de Medio Ambiente de Comisiones Obreras en Málaga, Alfonso Galisteo, pidió que esta decisión "no se tome con euforia y no se interprete como que ya no hay problemas de abastecimiento de recursos hídricos en la zona".
Uno de los sectores más beneficiados por la suavización de las medidas restrictivas son los campos de golf, que consumen una media de 350.000 metros cúbicos de agua por recorrido y año, según el profesor de Ecología Aplicada de la Universidad de Córdoba, José Manuel Recio. El 98% de los campos de golf de Estepona y Marbella se riegan con agua procedente de estaciones depuradoras. El director del club de golf Guadalmina (Marbella), Ignacio del Cuvillo, afirma que si se conectaran todas las plantas de tratamiento de aguas residuales de la costa "habría un caudal de agua depurada para 150 campos de golf". El club Guadalmina, fundado en 1965, ha invertido cerca de dos millones de euros en modernizar sus instalaciones para adaptarse al uso de agua reciclada.
AGRICULTURA Campesinos del sur compran agua a colegas madrileños
En la Región de Murcia el año y medio de sequía ha hecho disparar las alarmas en el Ministerio de Medio Ambiente, cuya ministra, Cristina Narbona, visita periódicamente la zona para asegurar que este verano no habrá restricciones de agua para el abastecimiento humano. Una situación muy diferente viven los agricultores, un sector muy pujante, que desde la entrada de España en la Unión Europea se ha convertido en el auténtico motor económico de la comunidad española, el que más ha crecido desde entonces. Así, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), que es el organismo que se encarga de gestionar el agua en casi toda Murcia, la Vega Baja alicantina y el sur de Albacete, ha decretado la reducción hasta el 50% de los derechos de explotación de los recursos de la cuenca, la única reconocida como deficitaria por ley.
El modo que el Gobierno ha ideado para atesorar una reserva de agua suficiente en los embalses de cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, para garantizar el abastecimiento del litoral mediterráneo, ha sido la compra de recursos a las comunidades de regantes que han optado por ceder este año sus derechos, habida cuenta de que estos agricultores, gracias a la nueva normativa de la Política Agraria Común (PAC), pueden cobrar las subvenciones sin tan siquiera plantar sus campos, normalmente muy poco productivos. Este ha sido el caso, hasta el momento, de la comunidad de regantes de Estremera (Madrid), que cedió casi 32 hectómetros cúbicos al Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, que engloba a casi 70.000 agricultores de Murcia, Alicante y Almería que están dispuestos a pagar la cantidad que se les pida para sacar adelante sus cultivos, que son de los más rentables y modernizados de España.
Pero la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, que lleva el agua para beber a 79 municipios de Murcia, Alicante y Almería, también ha tenido que recurrir al exterior para evitar que los grifos de las casas dejen de tener agua. Por eso, ha exigido a la Confederación Hidrográfica del Júcar unos 30 hectómetros cúbicos, al tiempo que ha comprado 1,3 hectómetros más a los arroceros de Hellín (Albacete), que debido a la sequía no han podido plantar su arroz, que forma parte de la denominación de origen de Calasparra.
Lejos de suponer la pérdida de los árboles, tal y como denuncia de forma periódica el consejero de Agricultura y Agua del Gobierno murciano, Antonio Cerdá (PP), los efectos de la sequía en el sureste se ven en la disminución del tamaño de la fruta, que en estas tierras son los albaricoques, los melocotones y las ciruelas. "En este momento vivimos la paradoja de que por el sol y el agua de los pozos y la poca que hemos recibido del Tajo-Segura tenemos una cosecha récord, pero que nadie nos quiere comprar, ya que el tamaño de la fruta es mucho más pequeño", se lamenta Pedro Antonio Carreño, técnico de la cooperativa Yefrut de Yéchar.
Por eso en el campo murciano se vive, en general, en el desconcierto. Los agricultores, de Yéchar, de Lorca o de Jumilla no saben qué van a hacer este verano. Algunos de ellos han dejado de plantar hortalizas, para asignar esa agua a los árboles y lograr que no se sequen. Otros están esperando a que llegue el verano, para después arrancar los árboles y plantar cultivos de secano, con una rentabilidad mucho menor, como por ejemplo los olivos.
MEDIO AMBIENTE Un parque nacional seco y ríos con poca agua
Las Tablas de Daimiel son Parque Nacional aunque nadie lo diría. "Los parques nacionales son la joya de la corona", ha dicho la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. Y sin embargo, las Tablas están casi secas. "Hay 30 hectáreas encharcadas, y eso si las miramos con cariño", explica el director adjunto del parque, Carlos Ruiz. La cifra es ridícula porque el parque, en años buenos, alcanza las 1.800 hectáreas encharcadas. Además, hasta otoño no se esperan lluvias y el río Cigüela, que abastece Las Tablas, está seco. La única esperanza sería un trasvase desde el Tajo, pero con los embalses de cabecera al 12% y pendientes de abastecer a Murcia, es muy difícil que el ministerio lo autorice.
En las lagunas de Ruidera no hay cascadas, como otros años, aunque sí mantienen agua. En otras zonas la sequía se manifiesta en detalles. Un informe del ministerio reconoce que el río Segura no está alcanzando el caudal ecológico, necesario para mantener la vida en el río. Además, en el Guadiana, debido al poco caudal, prolifera el alga foránea Camalote. Desde el año pasado se han retirado más de 165.000 toneladas del alga con un coste de seis millones de euros.
Con información de Tono Calleja, María Fabra, Fernando J. Pérez y Rafael Méndez.
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