Una identificación sin dudas
Juan García Martín es el supuesto autor material del asesinato de la empresaria aragonesa Ana Isabel Herrero, que murió la noche del pasado 6 de marzo de dos disparos cuando en compañía de su marido, el empresario Francisco Colell Farré, entraba en el garaje a buscar su coche en la calle Cervantes de Zaragoza.
En el tiroteo, Ana Isabel, de 44 años, murió y su marido resultó herido muy grave. Aunque Colell sostuvo desde el primer momento que eran los GRAPO los autores del atentado pues como tal se identificaron, hubo dudas sobre su autoría hasta que el 21 de marzo la banda, en un comunicado remitido a varios medios de comunicación de la ciudad, lo reivindicó. La policía concluyó entonces que el escrito era "razonablemente veraz" y apunto a Israel Torralba (quien mató a un agente de policía en 2000), Juan García Martín e Ismael Clemente.
Colell reconoció a dos de los tres pistoleros: Israel Torralba e Ismael Clemente. El tercer terrorista, un hombre calvo algo más mayor y que llevaba un maletín y un auricular en la oreja, coincide con los rasgos de Juan García Martín, que fue reconocido por uno de los testigos.
El día del atentado, la pareja había salido de su empresa Arquitempo en la calle Cervantes y, tras tomar unas consumiciones en un bar, se dirigieron al garaje, en el número 11 de la misma calle. Fue entonces cuando les abordaron los pistoleros. Colell declaró que se habían identificado y que les pidieron dinero. La pareja no se lo dio y comenzó un tiroteo que terminó con la vida de su mujer.
El empresario, malherido, llamó a su hermano desde el teléfono móvil y pidió ayuda. Su mujer había echado a correr, pero no pudo llegar a la calle; dos tiros acabaron con su vida. Su marido entró en el coche. Allí descargaron un revólver sobre él. Tres tiros le hirieron de gravedad.
Estuvo ingresado en la UCI, pero pocos días después pidió el alta. El 26 de marzo, la policía detuvo en Bilbao a Israel Torralba. Colell no ocultó su malestar por lo que consideró una actitud de desconfianza de la policía sobre su versión. Un ajuste de cuentas o un secuestro exprés eran las pistas que se seguían, pero el comunicado de la banda del comando Sánchez Casas apuntaló su versión.
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