El hijo planta al padre
Dusan Petkovic renuncia a seguir en la selección serbia, dirigida por su progenitor, al no resistir las críticas por su convocatoria
"El mayor escándalo", titulaba un periódico serbio la semana pasada. Según el rotativo, lo más indignante que ha sucedido en su país en los últimos tiempos fue la llamada de Ilija Petkovic, el seleccionador nacional, a Dusan Petkovic, su hijo, para que formase parte del equipo que va a competir en el Mundial. Pero Petkovic, el joven, no viajó ayer a Billerbeck. Petkovic, el hijo, abrumado, renunció a su plaza, dejó su asiento vacío en el avión.
"Es demasiada presión para mí, para mi padre y para mis compañeros", reveló el Petkovic menor. Los diarios serbios habían sido extremadamente críticos con su inclusión en la lista. El jugador, un defensa que hizo carrera en el Nuremberg, entre otros equipos de la Liga alemana, sustituyó a última hora a Mirko Vucinic, que se había lesionado. Serbia debutará el día 11 contra Holanda.
El caso del defensa, sustituto de un delantero lesionado, provocó un debate nacional
Petkovic no había disputado ni un solo minuto de la fase de clasificación. Aparte de que, siendo un jugador de la retaguardia, relevaba a un delantero. Vucinic, enrolado en el Lecce, italiano, es un futbolista habilidoso y con talento. Petkovic tiene otras cualidades. La prensa serbia no ha dejado de poner de manifiesto lo mal que le parecía que Petkovic padre hubiese pensado en su propia familia para cubrir el hueco. Un ataque sostenido desde hace más de una semana y convertido en un insistente y monotemático debate nacional.
El presidente de la Asociación de Fútbol de Serbia y Montenegro, Tomislav Karadzic, confirmó la marcha del defensa: "Es cierto, Dusan se marchó el lunes después de una charla". Karadzic coincidió en las explicaciones del futbolista y puso el acento en "la extrema presión" ejercida sobre él. Una presión que se había transformado en ansiedad y que no le permitía jugar "en esas circunstancias". El jugador se reunió con el resto de los seleccionados y les explicó los motivos de su adiós.
El padre Petkovic, el seleccionador, todavía no sabe si llamará a un sustituto. Karadzic ha hecho público que tratarán de enrolar un nuevo jugador, pero no está claro que la FIFA lo vaya a permitir, toda vez que el reemplazo no se debe a una razón de fuerza mayor como una lesión.
En cualquier caso, el puesto parece maldito. El primer jugador inscrito, Vucinic, era uno de los dos montenegrinos del conjunto -el otro es el guardameta titular-. Tras la reciente segregación de los dos países, el bosnio de nacimiento Milosevic, delantero de Osasuna, reveló que Vucinic no se sentía cómodo con el resultado del referéndum que llevaba consigo la secesión de Montenegro. Una afirmación que no apoyó el propio Vucinic, muy ocupado en su propia desgracia en forma de lesión.
Quien sí replicó fue Dejan Savicevic, presidente de la federación montenegrina, que mandó callar a Milosevic. Tampoco gustaron las declaraciones del osasunista a Mijatovic, el ex del Madrid y del Valencia, también montenegrino, que calificó de "palabras insensatas" el discurso de Milosevic.
Una polémica, en definitiva, completamente aplastada y acallada por el affaire Petkovic y Petkovic. Un caso que ayer llegó a su desenlace. Dusan, el hijo, no ha podido soportar las acusaciones de viajar por el mero hecho de que su padre es el que escoge a los futbolistas. Y eso que marcó un gol en el último partido amistoso.
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