"Éste es el primer paso"
Rijkaard y los capitanes del Barcelona auguran nuevos éxitos durante la celebración de la fiesta en el Camp Nou
Un festival musical abrió la fiesta del Camp Nou y otro pirotécnico, con un cierto aire olímpico, la cerró ante el aplauso entregado de unos 60.000 aficionados. La hinchada pedía tralla y los jugadores parecían dispuestos a alargar la celebración hasta que hiciera falta. Al igual que ya ocurrió en los festejos de la Liga, los parlamentos fueron escasos y los gestos fueron muchas veces tan importantes como las palabras. Un problema técnico provocó, al parecer, que sólo hablaran el entrenador y los cuatro capitanes. Cuando Belletti tomó el micrófono se acabaron las arengas. No podía hablar el lateral brasileño, reclamado a coro por los seguidores por su gol decisivo en la final de la Liga de Campeones, convertido en el héroe de París.
"Después de mil kilómetros de viaje -en referencia al regreso de París a Barcelona- empieza el primer paso. Creo que este equipo no ha llegado a su último paso", proclamó Frank Rijkaard cuando abrió el turno de intervenciones en un tono especialmente dichoso y lúdico, antes de rematar su parlamento con el tradicional "Muchas gracias y ¡visca el Barça i visca Catalunya!". Puyol prefirió referirse a la felicidad de la gent blaugrana. "Ya somos un poco más grandes", opinó, "y estamos muy contentos por veros tan felices. Esta Copa de Europa es para vosotros". Ronaldinho empuñó el micrófono y brincó y vibró como un cantante de pop: "Estamos viviendo el momento con el que más soñábamos. No hay nada mejor que poder festejar este título con todos ustedes. Muchas gracias por el ánimo que nos han dado". Y finalmente Xavi retomó el hilo del técnico. El futbolista agradeció el trato de la afición, que anoche coreó de nuevo su nombre: "A nivel personal me habéis hecho sentir la persona más querida del mundo y eso no tiene precio". Y, después, aventuró: "A nivel colectivo me gustaría decir que este equipo quiere continuar haciendo historia. La que tenemos enfrente sólo es una Copa; esperamos muchas más".
Y ya no hubo manera de que hablara alguien más. O los demás jugadores lo descartaban o el micrófono lo impedía. El protagonismo lo adquieron entonces Larsson, Gabri y Ten Cate. Los tres abandonan el Barça: el sueco regresa a su país; Gabri negocia con varios equipos y Ten Cate explicará hoy que ha aceptado una oferta para convertirse en el entrenador del Ajax. "Es el mejor día de mi vida", aseveró el ayudante de Rijkaard. "Esta gente y este club van a estar siempre en mi corazón. Para mí ha sido un orgullo haber podido participar en este club". "El recuerdo que me llevo es la alegría de la gente porque cuando llegamos hace tres temporadas estaba muy preocupada. La clave del éxito ha sido el trabajo en equipo".
Ten Cate fue paseado a hombros por Rijkaard, Maxi cargó con Larsson y Ezquerro levantó a Gabri. Al acto del estadio faltó, como ya ocurrió en la Liga, Deco, afectado por un dolor de muelas. Los jugadores se tiraron después en plancha en las dos porterías y pasearon con ganas el trofeo que le acredita como Campeón de Europa. Y ya no hubo gran cosa más.
La fiesta acabó de manera un poco abrupta, ya sea por culpa del micrófono o porque la plantilla acabó exhausta de tanta fiesta después de una rua que funcionó excelentemente por su color y vida. Así que la jornada acabó con una traca que el capitán Puyol encendió con una liturgia parecida a la de un atleta olímpico.
Los actos del estadio fueron especialmente celebrados por los aficionados y también por los directivos y, en especial, por la familia Laporta en el palco. El presidente y su esposa danzaron al ritmo de Ou com balla interpretada por la Companyia Elèctrica Dharma, uno de los grupos musicales que intevinieron con Macedònia, Frenètic, Cris Juanico, Rauxa, The Tropicals, Sabor de Gràcia, Ara Mateix, Gossos. Lax'n'Busto, la Orquesta de la Academia del Gran Teatro del Liceo y la cantante Beth, que interpretó el Viatge a Ítaca y Lucrecia, que interpretó el himno del Barça. Una representación del grupo teatral Els Comediants fue especialmente celebrada, al igual que los goles que se visionaron en el videotrón. El tanto de Koeman en Wembley, el de Belletti en París, el de Cruyff a Reina y alguno de los de Maradona fueron los más aplaudidos. Especialmente emocionado se mostró Messi en el seguimiento de las jugadas de su compatriota.
Los aficionados mostraron reiteradamente su felicidad y se entusiasmaron cuando Puyol y Xavi entraron en el Camp Nou con el trofeo de la Copa de Europa mientras Manel Vic anunciaba uno por uno a los distintos jugadores del plantel y a los cuatro componentes del cuadro técnico (Rijkaard, Ten Cate, Eusebio y Unzué).
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