"El fútbol es un juego muy serio"
La amabilidad de Frank Rijkaard (Amsterdam, 1962) es a veces tan extrema y desacostumbrada en un entrenador que puede confundirse con la guasa, como pareció ocurrir el sábado en Sevilla. Aunque no es su intención, a veces se le tiene por un tipo vacilón, con un punto de ironía, que sólo disimula con su voz apagada y melosa, su exquisita educación y su porte desenfadado, que no estrafalario. Una fisonomía que contrasta con el ruido y el color que generalmente rodean al técnico de un equipo de fútbol. Así, puesto de pie, en un reducido y cómodo despacho del Camp Nou, con una Coca-Cola light en una mano y su inconfundible pitillo en la otra, en una actitud reverencial hacia los entrevistadores, dan ganas de hablar con el técnico del Barça de música, de teatro, de cine, de la calle, de la vida, de filosofía, y naturalmente, también de fútbol. A la que escucha la primera pregunta, sin embargo, aparece un personaje difícil porque sus respuestas no dan titulares ni simplifican las cosas sino que abundan en su misterio, en el deseo de volver a quedar, en la necesidad de apretarle la mano por el buen rollo que genera. Rijkaard se gana a la gente sin decir esta boca es mía.
"Wenger está haciendo un gran trabajo con un grupo muy joven. El Arsenal actúa como un bloque solidario"
"El Barça necesita lo mejor y no voy a vivir toda mi vida en el Camp Nou. Pero sólo tengo a este club en mi cabeza"
"¿Salir a disfrutar de la final? No quiero que el equipo esté ni muy lúdico ni muy tenso. Hay que buscar el equilibrio"
"La base es que el club trabaje unido y tener jugadores con talento, buena mentalidad y que disfruten del trabajo"
Pregunta. La concentración del vestuario contrasta con la euforia que se vive en la ciudad. A veces parece incluso que si la afición se ha desvivido por viajar a París es porque está convencida de que va a recoger la copa. ¿Cómo lo vive?
Respuesta. El equipo funciona muy bien y ha generado una dinámica de ilusión y confianza en el entorno. A mí me parece bien y es bueno, porque los jugadores siguen trabajando, conscientes de la importancia de un partido único, convencidos de sus posibilidades. Van a jugar un encuentro que no será nada fácil y por tanto no vale la euforia. Pero estoy tranquilo porque veo al grupo que trabaja seriamente. No está nada distendido.
P. Los resultados invitan a confiar en un equipo que en tres años ha ganado dos Ligas y está en la final de la Champions. Va corrigiéndose y mejorando. ¿No le sorprende un crecimiento tan rápido?
R. Me gusta valorar más el momento actual que darle vueltas al ayer o al mañana. Lo más importante es la respuesta de los futbolistas. Ya llevan un tiempo juntos y es normal que el equipo crezca y madure como ha demostrado en algunos partidos. Interesa sobre todo la mentalidad de los jugadores y la filosofía del club. Hay que mantener las ideas y trabajar con unidad.
P. En un club como el Barça no es fácil que todos los estamentos trabajen en la misma dirección. El presidente Joan Laporta asegura que usted ha armonizado a todos los sectores. ¿Qué tiene que decir?
R. Una persona sola no gana nunca nada. Actuar unidos, todos en la misma dirección, transmitir el mismo mensaje, es lo más difícil y también lo indispensable para crear la base de un proyecto. Una vez se tiene un punto de partida se necesita un buen grupo de jugadores, con talento, una buena mentalidad, que se respete, y también que disfrute con el trabajo. Y después hay que actuar con tranquilidad, profesionalidad y seriedad.
P. ¿Qué tienen los entrenadores holandeses que se le dan tan bien al Barça? Michels, Cruyff, Van Gaal, Rijkaard. El inglés Venables es la excepción desde los años setenta entre los técnicos campeones.
R. Una vez hubo un entrenador holandés [Michels] que tuvo éxito después de traer a un jugador que significa mucho para la institución [Cruyff]. La experiencia funcionó y unos y otros se preguntan por qué no repetirla. El asunto es que cuando el Barça da una posibilidad a un técnico de Holanda parece que tiene más posibilidades de ganar. Y la afición se siente partícipe de la formación del equipo. El Barça tiene sus raíces y la afición se identifica con una gran parte de la plantilla, circunstancia decisiva por encima de cualquier entrenador. Una parte tiene que comprender a la otra.
P. ¿Qué importancia tiene Ronaldinho en el equipo actual?
R. Atrae a todo el mundo. No para de sorprendernos. Ronie es un jugador singular por su forma de ser, por lo que transmite, por su alegría, por sus gestos futbolísticos. Ronaldinho le da fama al Barça. En el momento que un equipo funciona, tener a un futbolista como Ronaldinho es un plus que hace las cosas más fáciles a todo el mundo. Los mejores jugadores del mundo sueñan con jugar a su lado.
P. Ronaldinho ha encajado estupendamente en un equipo que apuesta por un futbol moderno, atrevido, alegre, optimista.
R. El socio del Barcelona quiera ganar partidos y títulos, pero además quiere disfrutar del juego en el campo. Una mezcla perfecta. Es su critero futbolístico, su ideología, y me parece bien.
P. ¿Tiene la sensación de que su equipo está en el inicio de un ciclo?
R. A mí sólo me gusta hablar de ciclos cuando se acaban, porque cuando trabajas no es conveniente pensar en esas cosas. Ahora hay que pensar en la final y actuar con la mayor naturalidad posible.
P. Antes de saltar al estadio de Wembley, Cruyff se dirigió al dream team con una arenga histórica: "¡Salid y disfrutad!". ¿Qué les dirá usted a sus futbolistas?
R. El fútbol es un juego muy serio. La palabra juego ya significa disfrutar, hacer lo que te gusta desde pequeño. El fútbol implica también responsabilidad táctica, compañerismo, respeto. No es correcto acentuar ni la parte lúdica ni la seria. No quiero tampoco que mi equipo se sienta demasiado responsable o tenso. Hay que equilibrar. Yo veo al equipo muy puesto, hacendoso, dispuesto a trabajar para alcanzar la felicidad, sin ofrecer síntomas de que se esté durmiendo y necesite mi intervención. No hay que tocar demasiado.
P. ¿Y cómo ve al Arsenal?
R. Ha crecido mucho de forma rápida. Únicamente ha encajado dos goles y ha alcanzado merecidamente la final. Juega como bloque, mezcla juventud con veteranía y transmite una unidad de acción interesante. El talento colectivo se combina con el individual. A veces es muy directo. Tiene sentido común y sentido de equipo y, en la Champions, parece especialmente solidario: siempre se muestran dispuestos a perder algunos metros si se trata de ayudar a un compañero. Wenger está haciendo un gran trabajo con un grupo muy joven.
P. ¿Jugará Henry la próxima temporada en el Barcelona?
R. Hoy es jugador del Arsenal, y lo está haciendo muy bien, así que prefiero hablar de rivalidad. Hay que vivir al día.
P. La humildad se impone al egoísmo en un equipo solidario como el azulgrana. ¿Hasta cuando?
R. Hablamos de un equipo y su fuerza está en el equilibrio. No todos los futbolistas deben ser humildes, sino que hay que compensar para conseguir una buena mezcla. Los jugadores no son robots y el entrenador debe advertir quiénes pueden influir más en un sentido u otro. Los grandes equipos tienen futbolistas sólidos para que puedan decidir los de más calidad.
P. ¿Usted, en cualquier caso, no tiene vocación de mánager?
R. A mi me gusta delegar y confiar en la gente. No es necesario perder el tiempo en organizar o arreglar cosas que ya funcionan.
P. Hay un cierto temor a que pueda dejar el Barça cuando haya cumplido sus objetivos como ya ocurrió en su etapa de jugador en el Milan. ¿Qué hay de cierto?
R. Aclaro que cuando me fui del Milan, Sacchi ya había decidido no trabajar más para el equipo y el responsable iba a ser Capello. Yo, entonces, quería aportar mi experiencia al Ajax. Y, por lo que respecta al Barça, puede funcionar con o sin mí. El Barcelona necesita siempre lo mejor y seguramente llegará también mi momento...No voy a vivir toda mi vida en el Camp Nou. Ahora, sin embargo, el equipo funciona y solamente tengo al Barcelona en mi cabeza.
P. La última. ¿Tiene Messi alguna opción de jugar la final?
R. Es un jugador excepcional, diferente, que genera mucha ilusión, pero por encima de su singularidad está su salud. Me preocupa sobre todo la salud de un jugador, incluso cuando es excepcional.
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