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Crónica:Motociclismo | Gran Premio de China
Crónica
Texto informativo con interpretación

Una estrategia perfecta

Barberá consigue su primera victoria en 250cc tras un meditado plan de carrera

Oriol Puigdemont

Si bien en las carreras las estrategias se diseñan con un objetivo claramente definido, éste no siempre se cumple. La que ayer planeó durante más de 15 vueltas Héctor Barberá, le salió al gusto al piloto valenciano, que en Shanghai consiguió su primera victoria en la categoría intermedia del motociclismo mundial y se reivindicó en un box en el que, con la moto de Jorge Lorenzo a escasos dos metros de la suya, cualquier chispazo puede incendiar el garaje del equipo oficial de Aprilia.

Tras el doblete que consiguió Lorenzo en las dos primeras citas del año, el júbilo cayó ayer del lado de Barberá, de 19 años, que ya en los ensayos del sábado, en los que consiguió la primera pole en la categoría, demostró que el segundo puesto alcanzado hace dos domingos en Estambul le quitó una losa que parecía impedirle progresar.

El valenciano se coloca segundo en el Mundial y relega a Lorenzo, cuarto, a la tercera plaza

Si importante se presenta el motor de las MotoGP, con la sobrada potencia que esconden sus propulsores, más determinante aún se dibuja este componente en las cilindradas menores, donde las motos atesoran menos caballos. Buena cuenta de ello puede dar Barberá, que basó toda su estrategia en la mayor potencia de las motos Aprilia, las más rápidas, y apostó fuerte por su baza. Ganó. Lo consiguió tal y como lo había planeado. La conclusión fue fruto del estudio, pues en varias ocasiones tanteó el terreno de su único rival a opositar por la victoria, el italiano Andrea Dovizioso y su Honda, más manejable de chasis que la Aprilia de Barberá pero menos veloz. Si bien apostó a ciegas por su elección, la opción del valenciano estaba plenamente fundamentada, pues varias veces alineó su moto con la de Dovizioso. Las dos largas rectas que presiden el circuito chino se aliaron con la Aprilia.

Tras intercambiarse la posición al frente de la carrera en varias ocasiones, Barberá cedió el paso a Dovizioso en el noveno giro, y se dedicó a estudiar las reacciones de la Honda del italiano. Al comparar la trazada de ambos pilotos, la diferencia de estilos se hizo más presente. Mientras el italiano es siempre fino y se mueve lo justo y necesario, Barberá traza mucho más abierto para cerrarse posteriormente en movimientos más eléctricos, más nerviosos, y a menudo acompañados por un giro del cuello para localizar a sus rivales. "He estado estudiando a Dovizioso y sabía que él entraba mejor que yo en meta y que también hacía más rápido el ángulo recto", aseveró Barberá al referirse a la curva de 90º que precede a la recta de tribuna del circuito chino. Y explicó: "Mi carta era la velocidad punta en la recta, después de haber apostado por un cambio de marchas largo". El ataque se produjo a dos vueltas del final, cómo y cuándo previó Barberá, en su estrategia perfecta y nada pudo hacer el italiano más que observar como la moto de su rival le ganaba metros hasta la meta.

Con el triunfo de ayer, Barberá se coloca segundo en la clasificación provisional del Mundial, a tres puntos de Dovizioso, y relega a la tercera plaza a Lorenzo quien, tras batirse con los japoneses Aoyama y Takahashi en el grupo perseguidor, terminó finalmente cuarto.

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