Nieves Chillón reúne sus poemas más musicales en 'Morning blues'
La poeta granadina Nieves Chillón (Orce, 1981) ha publicado en la editorial Cuadernos del Vigía su último poemario, Morning blues, compuesto por una serie de poemas que de algún modo "giran entre sí y se miran" a través de una serie de temas que guardan relación los unos con los otros. El principal de estos temas es la música, que, en opinión de Chillón, se presenta en el libro "con forma de figuras, notas, cadencias y de blues". Como aclara la joven poeta, que trabaja como profesora de Secundaria, la idea del blues de la mañana es "contradictoria", ya que la mañana simboliza la luz, el renacer, la esperanza, mientras "el blues pertenece al territorio de la noche y de la tristeza".
El título, que es también un tema de Michel Petrucciani, se va desprendiendo una vez el lector se sumerge en los poemas para encontrar referencias mitológicas, símbolos como los pájaros, los sueños o el erotismo. Y es que si existe una constante en la poesía de Chillón a lo largo de los últimos años, confirmada desde la publicación de su anterior libro, La hora violeta, ésa es la presencia del erotismo como un elemento clave. "El erotismo, al igual que la metáfora, la imagen sugerente o la cadencia musical, es una herramienta para mi poesía, un elemento cohesionador".
Además, la joven granadina mantiene que el erotismo y la sensualidad son "un filtro" a través del cual se miran las cosas, un filtro que termina por reflejarse en el lenguaje y que también está presente en los versos de Morning blues, como una extraña cadencia que puede resultar tierna y provocadora, como si se sostuviera en un complejo equilibrio por el que circulan el deseo y la atracción, el pasado y el futuro.
Evolución
A pesar de mantener un estilo coherente desde sus primeros escritos, la obra de Chillón ha sufrido una evolución. "Los temas y los puntos de vista cambian porque así lo hacen nuestros intereses, los del yo poético, que en definitiva es una subjetividad, una persona dentro de la sociedad". La poeta considera que los temas de su poesía "también han cambiado", ya que ha dado a sus "motivos una simbología y una redondez más consciente". "Los he definido, y creo que son más efectivos porque ya intuyen el camino, saben hacia dónde quieren ir", dice.
Y ese camino parece haber adquirido una amplia banda sonora que se refleja una y otra vez en los poemas. "La música es un tema poético muy importante en mi poesía. De todas las artes, creo que la que tiene mayor poder de evocación es la música, ella es la verdadera inefable". Es por eso que "el libro habla de ese tipo de música triste que es el blues, que aporta al poemario un tono y un color azul". La escritora confiesa no saber lo que vendrá después de Morning blues, aunque cree estar segura de que continuará "por estos mismos motivos" y ampliará o profundizará en alguno de ellos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.