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Crónica:Fútbol | 37ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Alavés se derrumba

El conjunto vitoriano roza el descenso tras caer derrotado ante un Zaragoza que no se jugaba nada

Jordi Quixano

La testa de Diego Milito y la plasticidad de Savio deslomaron las aspiraciones del Alavés y, de paso, soliviantaron las rojas orejas de los futbolistas de los equipos rivales, pegados al retransmisor ante la inexorable efervescencia de la zona peligrosa. Fue, precisamente, la asfixia del descenso, lo que derrumbó al conjunto vitoriano, que se olvidó de uno de los principios básicos del fútbol, ese que sentencia que corre la pelota y no el jugador.

Tras la derrota, el club de Piterman se sitúa, a falta de un partido para que concluya la temporada, a dos puntos de los puestos que evaden la permanencia, del Espanyol. La suma del nerviosismo vitoriano más la apatía del Zaragoza, que nada pinta ya en la Liga, convergió en un encuentro irracional e intermitente, donde las opciones claras se entendieron con el nulo fútbol. Diego Milito, definidor por naturaleza, se aprovechó de la coyuntura. Y el equipo aragonés, entonces, aprovechó el tirón. Tanto Milito como Savio, quien se despedía de La Romareda porque regresa a Brasil por motivos familiares. El argentino metió el primero con la cabeza y el carioca fabricó los dos siguientes.

ZARAGOZA 3 - ALAVÉS 0

Zaragoza: César; Ponzio, Álvaro, Gaby Milito (César, m. 77), Toledo (Aranzabal, m. 46); Óscar, Zapater (Generelo, m. 71), Celades, Savio; Diego Milito y Ewerthon.

Alavés: Costanzo; Edu Alonso, Sarriegi, Gaspar, Coromina; Jandro, Juanito, Astudillo (Mena, m. 75), Nene; Aloisi (Rubén Navarro, m. 56) y Bodipo (Thiaw, m. 85).

Goles: 1-0. M. 58. Diego Milito cabecea un centro de Ewerthon. 2-0. M. 68. Costanzo comete penalti sobre Savio, y el propio brasileño transforma la pena máxima. 3-0. M. 76. Óscar aprovecha un rechace dentro del área pequeña para marcar.

Árbitro: Ayza Gámez. Mostró la cartulina amarilla a Ponzio y Juanito.

Unos 15.000 espectadores en La Romareda.

Excesiva reprimenda para el Alavés, que pagó cara su vehemencia y se marchó con la cabeza gacha. Ahora, la salvación depende de una carambola: debe ganar su próximo compromiso contra el Deportivo, que sigue inmerso en la lucha por la UEFA, y empatar o perder el Espanyol contra la Real Sociedad en Montjuïc. "Al equipo le han entrado nervios y por eso no dependemos de nosotros mismos para salvarnos", admitió Piterman, presidente, entrenador, fotógrafo y figura siempre polémica. Y reflexionó: "Habría que revisar el sistema de competición porque es absurdo que equipos que no se juegan nada se midan con los que se juegan muchísimo". Chuchi Cos, el destituido, readmitido y de nuevo destituido técnico del Alavés, vio el partido desde las gradas de La Romareda. El relevo que le ha dado Mario Luna al frente del equipo, sin embargo, no ha surtido efecto. El Alavés está con el descenso a la vuelta de la esquina.

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