Convulsión en las Bolsas

La Bolsa española termina el mes de abril aparentemente en blanco tras sufrir importantes convulsiones. El Ibex 35 cierra con una subida del 0,32% y en 11.892,50 puntos, aunque el día 18 cayó hasta los 11.585,00 y el pasado martes alcanzaba el máximo anual con 11.975,50 puntos.

El mercado de valores español atraviesa una fase de absoluta tranquilidad a juzgar por el resultado mensual del Ibex 35, que cierra con una subida del 0,32%. No obstante, la evolución diaria del mercado ofrece una lectura muy diferente, con una volatilidad muy elevada debida, principalmente, a la escalada del precio del petróleo y a sus posibles repercusiones sobre el crecimiento económico, en abierta cohabitación con unos resultados empresariales superiores a las expectativas.

El pasado viernes el Ibex 35 cerraba en 11.892,50 puntos, un nivel un tanto neutro que, en principio, deja abierta la puerta a todo tipo de especulaciones sobre su evolución futura. Sin embargo, el pasado día 18 este índice puso a prueba los soportes del mercado al caer hasta los 11.585,00 puntos, nivel desde el que rebotó hasta un máximo anual intradía en 11.975,50 puntos, conseguido el martes pasado. Entre estos dos niveles se abre todo un mundo de explicaciones y posibilidades, justificando la escalada del precio del petróleo hasta máximos históricos la caída de la Bolsa hasta el nivel de soporte y los excelentes resultados empresariales su ascensión hasta los máximos anuales en tan sólo una semana.

Analistas e inversores debaten en estos días la confrontación entre estos dos factores: por un lado, un petróleo que supera actualmente en más de 10 dólares el barril las previsiones medias para el conjunto del año y, por otro, unos resultados empresariales que, en conjunto, no parecen verse afectados por esa circunstancia.

El pasado viernes se hacían públicos los datos relativos a la masa monetaria, depósitos y activos a corto plazo, de la eurozona y la revisión del dato de inflación. En ambos casos se ha producido un crecimiento superior al previsto, lo que deja las manos libres al BCE para efectuar un nuevo ajuste al alza de los tipos de interés.

El conjunto de los mercados de valores de la eurozona ha registrado pérdidas en esta semana, en buena parte porque los inversores han encontrado en los nuevos máximos alcanzados por algunos valores una buena ocasión para retirar beneficios y, también, porque hay algunos indicadores económicos, como la producción industrial, que apuntan hacia un enfriamiento del incipiente crecimiento económico.

La volatilidad que han registrado los mercados en estos días es fruto de ese pulso entre opciones, por un lado, la que se apoya en los beneficios empresariales y, por el otro, aquella que teme que el petróleo fuerce un encarecimiento del precio del dinero.