La superberlina de fusión
El Clase R es una interpretación visionaria de las berlinas más exclusivas y explora nuevos caminos para adaptarse mejor a los estilos de vida de las familias actuales. Mercedes ha reunido en un solo modelo lo mejor de varios tipos de automóviles: una carrocería break que amplía el espacio, seis asientos individuales como los de los mono-volúmenes, la tracción 4×4 de los todoterrenos y el refinamiento y tecnologías de las berlinas de lujo.
El resultado es un coche muy bien dotado para el uso familiar que marcará tendencia -Audi y BMW preparan propuestas similares-, aunque de momento tiene unos precios elevados que lo convierten en un modelo elitista (desde 57.000 euros). Sin embargo, la idea es muy práctica y tendrá su réplica en marcas más populares. Además, el Clase R es una alternativa a las grandes berlinas, cada vez con menos éxito entre las nuevas generaciones, y la tracción 4×4 permite competir también con los todoterrenos de lujo porque ofrece un comportamiento más ágil y eficaz en asfalto y cumple en el campo, al menos para circular por caminos de tierra.
Línea funcional y dos carrocerías
El nuevo Mercedes está pensado para Estados Unidos, y se vende en dos carrocerías, una larga de 5,15 metros de longitud y otra corta de 4,90, más apropiada para Europa. La línea busca la funcionalidad con un diseño casi monovolumen, pero mantiene una altura más cercana a los turismos para no penalizar mucho la imagen y el dinamismo. El frontal, bastante bajo, explota la elegante parrilla de Mercedes y se une de un trazo con el parabrisas en un perfil muy aerodinámico (CX: 0.31). Este diseño, unido a un lateral ascendente que remarca el nervio de las puertas, busca estilizar la figura. Pero la unión del techo con el portón no sigue la forma del tercer cristal y crea una zaga algo pesada que reduce su atractivo.
Las dos carrocerías transmiten una gran sensación de amplitud y presentan como detalle distintivo una configuración con seis plazas individuales repartidas en tres filas (2+2+2). Esta solución permite viajar con gran comodidad, sobre todo en las cuatro butacas de delante, que son muy flexibles: se regulan en longitud e inclinación, y todas tienen su apoyabrazos y una zona personal con guanteras, posavasos... Además se va sentado en una postura natural con suficiente espacio para las piernas, al menos si no viaja nadie en la tercera fila; pero incluso ésta es apta para adultos si el trayecto no es muy largo (véase recuadro de la página 15). En cambio, el maletero es mínimo si viajan seis personas.
El interior mantiene la elegancia clásica de Mercedes, con esa combinación refinada de maderas nobles y cromados que crea un ambiente distinguido. Pero los acabados ya no marcan la diferencia frente a otras marcas de prestigio y algunos plásticos presentan un aspecto mejorable. En cambio, la calidad mecánica, la insonorización y las suspensiones aportan un confort que se aprecia mejor cuanto más largo sea el viaje.
Motores de gasolina y turbodiésel
La gama del Clase R cuenta con tres versiones: 350 y 500 (272 y 306 CV) en gasolina y 320 CDi (224 CV) en turbodiésel, todos con el cambio automático 7G-Tronic de siete marchas y disponibles en versiones corta y larga (1.900 euros más). Y aunque los precios son altos incluyen un equipo de serie generoso: seis airbags, ABS, ESP, tracción 4×4, sensores de faros y presión de ruedas, climatizador, asientos delanteros eléctricos, seis plazas, tapicería de tela y cuero, ordenador de viaje, radio-CD y todo lo habitual. Y se pueden añadir multitud de opciones (suspensión neumática, portabicicletas, etcétera).
Conclusión
El Clase R es un familiar muy versátil que se adapta a casi todo. Tiene una imagen elegante, un interior amplio con seis plazas y una calidad de conjunto sobresaliente. Permite viajar con confort y seguridad en asfalto, carreteras con nieve y pistas de tierra. Pero tiene unos precios inaccesibles para la mayoría que no se justifican por su completo equipo de serie.
DEMASIADO CARO
El Clase R es un modelo innovador con seis plazas y pocos rivales similares. El más parecido es el Allroad, pero llegará en junio y todavía no tiene precios. El resto son todoterrenos de prestigio que ofrecen más espacio interior, pero con un comportamiento menos ágil y eficaz en asfalto.La alternativa más asequible al R 320 CDi es el Volvo XC 90 D5. Cuesta 5.800 euros menos y tiene siete plazas, las dos últimas opcionales (620 euros), pero equipa un turbodiésel menos potente con prestaciones inferiores. El Mercedes ML con el mismo motor es 3.100 euros más barato e incluye un equipo de serie equiparable, aunque con cinco plazas. Las prestaciones son peores, sobre todo en aceleración, pero va mejor en el campo. El Audi Q7 sale 2.100 euros más barato e incluye dos airbags más (8), pero la tercera fila de asientos es opcional (870 euros)
SEIS PLAZAS CON CLASE
El interior del Clase R tiene el estilo inconfundible de Mercedes: diseño elegante, materiales nobles y un ambiente cuidado. Pero la gran aportación de esta superberlina es su flexibilidad, con muchos huecos para objetos y sobre todo con una configuración (2+2+2) que la distingue de las berlinas convencionales. Las cuatro plazas delanteras llevan cada una su apoyabrazos y permiten viajar con un gran confort. Y la segunda fila deja un pasillo central libre que facilita la movilidad y ayuda a delimitar un área personal para cada pasajero. La unidad de pruebas correspondía a la carrocería corta, que lleva las dos filas traseras más juntas, aunque la segunda se puede regular en longitud y retrasarla si no viaja nadie en la tercera para aumentar el espacio en la zona de las rodillas. Esta última tiene unos asientos más grandes y anchos de lo habitual, y permite alojar a adultos, aunque se va sentado muy encajonado y algo incómodo para afrontar trayectos largos. El maletero es muy justo si se ocupan las seis plazas (244 litros), pero las dos filas posteriores se pliegan y ocultan bajo el piso dejando el suelo plano con una zona de carga diáfana (hasta 1.900 litros). La zaga presenta un aspecto sobrio y anodino sin detalles llamativos: el portón y la luneta son sencillos y poco originales
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