ERC apuesta por Barcelona como eje de su consolidación electoral en Cataluña

"Ahora toca Barcelona". El presidente de Esquerra, Josep Lluís Carod, y el secretario general, Joan Puigcercós, dieron ayer el pistoletazo de salida a la carrera por la alcaldía de Barcelona y el espaldarazo político al aspirante Jordi Portabella. El actual teniente de alcalde fue reelegido por las bases del partido en el 34º Congreso Regional de ERC, con 98 votos a favor, 22 en blanco y ninguno en contra. En un mitin posterior en Barcelona, Carod pidió a los militantes asistentes al acto una aclamación para el cuestionado consejero de Gobernación, Xavier Vendrell.

La cúpula republicana apartó del orden del día los rifirrafes del tripartito en torno al Estatuto y a la reestructuración del Gobierno para centrarse en el discurso municipal. En este sentido, los dirigentes republicanos auguraron la "consolidación" de ERC como "fuerza política urbana" en los próximos comicios y como catapulta para su incremento electoral en Cataluña.

Más allá del ámbito local, fueron el presidente y el secretario general de ERC quienes insistieron en que el fortalecimiento del partido en Cataluña pasa necesariamente por un éxito republicano en las elecciones municipales del próximo año. "ERC no será fuerte en Cataluña si no es fuerte en Barcelona", dijo Puigcercós, quien avisó de que el crecimiento electoral de su partido en el ámbito catalán "no es un soufflé".

Carod y Puigcercós coincidieron en destacar la "madurez y experiencia" que Portabella ha adquirido en sus años en el Ayuntamiento, y se mostraron convencidos de que el combate político por la alcaldía "ya no será cosa de dos, sino de tres", en alusión al Partit dels Socialistes (PSC) y Convergència i Unió (CiU), "ni ERC un complemento" del PSC, "que aburre y manda por mandar", añadió.

Portabella puso el acento de su discurso en la necesidad de introducir mejoras en la vivienda, sector que ERC planteará "como servicio, no como mercado", sentenció.

En una posterior fiesta de militantes y simpatizantes en Barcelona, el líder de ERC se vanaglorió de cómo se ha resuelto la crisis del Gobierno catalán y pidió una muestra de apoyo hacia Vendrell. "Había quien se frotaba las manos, pero les hemos dado una taza, dos tazas. ERC no dice sí al Estatuto y no sale del Gobierno. Queremos quedarnos muchos años", dijo, para hacer una Cataluña "libre", un "Estado de Europa".