"Nos ahogaron en el centro"

El Villarreal analizó ayer por qué el Arsenal fue muy superior en la noche del miércoles en Highbury (1-0), en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones. "Nos ahogaron porque nos cerraron la zona de creación; a Riquelme, Forlán y Sorín. Hacían dos cosas: se replegaban todos juntos cerca de su portería, en un 4-1-4, o presionaban el balón. Para defenderse bien, portería o balón", explica Juan Carlos Garrido, director de la escuela del Villarreal.

El central Arzo, que hubo de vérselas cara a cara nada menos que con Henry, aporta otras razones para entender el dominio del cuadro inglés: "Tenían muy tomadas las medidas del campo, estrecho; físicamente, son mucho mejores, son máquinas, y técnicamente, muy buenos". Respecto a su marcaje a Henry, el joven canterano del Villarreal se mostró satisfecho: "Es el delantero perfeccionado. Impresiona. Lo tapamos bien por el centro de la defensa y por eso se desplazó a las bandas".

"Cuando Henry se dejaba caer a nuestro lateral derecho", abunda Calleja, interior izquierdo del Villarreal, "siempre nos cogían porque llegaban con cuatro o cinco hombres, todos del centro del campo, que es potentísimo. Dejaron que metiéramos el balón por el centro, lo robaban y se lo daban a Henry, que encaraba o se esperaba a que lo desdoblaran". Ambos jugadores añaden otro factor determinante: la complicidad arbitral para con la agresiva presión de los gunners.

Para la cita de vuelta, el martes en El Madrigal, no estará por sanción el mediocentro italiano Tacchinardi, de 30 años, renovado una temporada más por el Villarreal. Su puesto lo ocupará Josico. El club castellonense anunció ayer el lleno. El Villarreal deberá actuar de otra manera para pasar a la final. "Deberíamos jugar más por las bandas y no desesperarnos", apunta Calleja. "Su defensa es muy joven y entran al choque, como en el penalti no señalado de Gilberto a José Mari, aunque el brasileño sea ya un veterano. Debemos hacer un partido parecido al del Inter en casa", agrega.

En esta línea, Garrido, que presenciará mañana en directo el Arsenal-Tottenham en Highbury, añade: "Debemos hacer dos cosas: marcar y defendernos de los contragolpes. Van a cambiar los papeles. El Villarreal va a conseguir estar más cerca de la portería del Arsenal, pero, al tiempo, habrá más contraataques de Henry y Reyes [volverá tras haber cumplido un partido de sanción]. Debemos jugar con precisión y velocidad en las acciones de balón y con más seguridad en la rápida circulación del balón. Que no haya las imprecisiones de Highbury".

Para Garrido, el Arsenal es, en resumen, "un equipo", cosa que no le pareció el Inter, "que tiene jugadores muy buenos, pero no una idea colectiva". El cuadro que dirige Arsène Wenger sobresale, según Garrido, por "una buena salida por las bandas, tanto de sus interiores como de sus laterales; la llegada al ataque de sus cuatro centrocampistas ofensivos; y que se defienden muy juntos". Garrido, por último, destaca "el papel de Arzo, un chico que sale de la cantera y que, si había ciertas dudas sobre si podía jugar en este equipo las despejó. Para mí fue el mejor".

El Arsenal cambia su manera de jugar en la Liga y en la Liga de Campeones. En el campeonato nacional, la entrada del delantero Adebayor le resta uno de los centrocampistas. En Europa, la ausencia forzada del togoleño, fuera de la competición por haberla disputado antes con el Mónaco, ha resultado una bendición para Wenger, que ha encontrado una maquinaria muy engrasada, con un medio centro defensivo (Gilberto Silva), cuatro centrocampistas ofensivos y un delantero eléctrico (Henry).

Claro que su mayor virtud también resultó el miércoles su pequeña debilidad: controlaron el ataque los 90 minutos, cruzaron infinidad de pelotas sobre la portería de Barbosa, pero les faltó un especialista para rematar la eliminatoria, que sigue abierta.