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Reportaje:Fútbol | Semifinales de la Liga de Campeones

'Sempre Maldini'

Los jugadores azulgrana se rinden ante la trayectoria del capitán del Milan

"Sempre Milan, sempre Maldini". Se escribe igual en catalán que en italiano. La pancarta cuelga de una grada de San Siro, pero podría franquear la entrada del vestuario del Camp Nou. La devoción es parecida. Xavi camina con prisa por la tribuna del estadio azulgrana. Ha terminado su entrenamiento y advierte al periodista: "Tengo prisa". Todo cambia al escuchar el nombre de un mito: Maldini. Entonces se le para el reloj. Para Maldini siempre hay tiempo: "Desde niño, cuando veo jugar al Milan, siempre juega él. Si juega el Milan, juega Maldini y siempre juega bien. La primera vez que jugué contra el Milan volví a casa pensando: 'Jugué contra Maldini".

"Grande, muy grande", sentencia Larsson; "es uno de los mejores defensas de la historia del futbol europeo". Siempre expresivo, antes de conceder una entrevista a TF1, Eto'o exclama al oír hablar del 126 veces internacional azurro: "¡Hermano, Maldini es uno de los grandes! ¡Un clásico!". El zaguero, que debutó a los 16 años vestido de rossonero y se ha enfrentado al Barça en siete ocasiones, es para Giuly "un delantero irrepetible en el fútbol italiano y el mundial". De inmediato, para corregir su irónico lapsus, añade: "No es fácil mantenerse al más alto nivel tanto tiempo como él y siempre fiel a un club. Rendir tan alto está al alcance de muy pocos. Es un defensa exquisito". El toque de elegancia es una de las cuestiones que más le reconoce Edmilson: "Resuelve el problema más complicado con gran simplicidad. Tiene mucha personalidad y es humilde y laborioso".

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"¿Qué puedo decir de un tipo que, cuando yo no había ni nacido, ya tenía una Copa de Europa?", interviene Iniesta; "Il Bello me impresiona por su colocación, por su capacidad para elegir siempre de forma correcta la acción que demanda la jugada".

"Tiene un buen cuerpo, pero su clave está en la cabeza", explica Frank Rijkard, que ganó el título europeo de 1989 con Maldini en el Camp Nou; "Paolo ha sido capaz de adaptarse a jugar en la izquierda siendo diestro, de ser hijo de un mito y soportarlo, de jugar desde los 16 hasta los 37 años en el Milan y en la selección italiana, de soportar la presión que eso implica y, además, de no perder el sentido del humor". Y puntualiza: "O de conseguir todo eso precisamente por no perder nunca su sentido del humor". Rijkaard ha disputado decenas de partidos con Maldini y le recuerda como un jugador "muy frío en el césped, líder natural, de ésos que hablan lo justo con el compañero y con el rival, pero de los que siempre notas su presencia". Eusebio, hoy ayudante de Rijkaard y ayer rival de Maldini, certifica: "Llena el campo. Con poca cosa se hace notar".

Y Puyol, el capitán del Barça que colecciona camisetas del Milan -las de Shevchenko, José Mari, Costacurta y, naturalmente, Maldini-, concluye: "De él me fascina su presencia y su capacidad para salir con la pelota controlada. Es elegante y contundente. Tiene todas las cualidades de un defensa".

Muchos parabienes y una anécdota. El ex barcelonista Abelardo, capitán de España en un amistoso contra Italia, proclamó al día siguiente, cuando regresó al Camp Nou: "Soy el jugador más desgraciado del mundo. El día que salgo en una foto como capitán, al otro lado sale Maldini".

Hoy, cuando se siente ante el televisor y siempre que Carlo Ancelotti lo quiera -Serginho tiene más posibilidades de jugar que el capitán-, Xavi verá que quien estreche la mano a Puyol seguirá siendo Maldini. Sempre Milan, sempre Maldini.

Maldini.
Maldini.AFP

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