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Reportaje:

Messi recae de su lesión y no podrá jugar ante el Milan

El delantero del Barça, que ya se había reincorporado a los entrenamientos, vuelve a sentir molestias en la pierna derecha

Lionel Messi no reaparecerá el próximo viernes contra el Villareal. Tampoco jugará en San Siro, contra el Milan, el partido de ida de la semifinales de la Copa de Europa. Volverá a jugar antes de que acabe la temporada, pero los médicos del Barcelona no se atreven a decir cuando. Lesionado desde los primeros minutos del partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Chelsea, ayer se hizo oficial lo que desde el sábado sospechaban los médicos: La cicatriz del bíceps femoral de la pierna derecha requiere más oxigeno del que recibe. A mayor carga de trabajo, peor recuperación presenta. Así lo dice el parte médico: "Durante la última fase del tratamiento ha notado molestias en la zona cicatrizal y fatiga muscular importante. Por lo tanto se decide mantener la pauta de tratamiento y reacondicionamiento muscular que durará hasta que el jugador pueda reincorporarse al trabajo sin síntomas. En el momento actual es baja para el próximo partido". No lo dice, pero si Messi vuelve en el Sánchez Pizjuán, contra el Sevilla, el domingo 23 de abril, los médicos del Barcelona estarán más que satisfechos. Messi se ha perdido los últimos seis partidos de Liga y los dos encuentros de la Liga de Campeones contra el Benfica.

Ni el jugador argentino ni Puyol, sancionado, podrán ser alineados el viernes ante el Villarreal

"Es joven, sin ninguna experiencia en este tipo de lesiones y los músculos notan mucho la ansiedad", reconocía ayer uno de los doctores que más atentamente han seguido la evolución del jugador argentino, al que no sólo espera Frank Rijkaard. Le aguarda un Mundial y hasta la firma que le ha convertido en icono comercial de cara a Alemania 2006 y que sólo le ha tenido 7 minutos en activo desde que le firmó el nuevo y millonario contrato: "Es mucha la presión que soporta y por algún sitio tenía que salir", señaló ayer otro médico del Barcelona.

La particular morfología del músculo del jugador hace que la recuperación esté siendo más lenta de lo que en un principio se pronóstico. "Tiene musculatura de velocista, un músculo gordo y fibroso, que reclama mucho oxígeno para su buen funcionamiento y su cicatrización es normalmente más lenta". Además, el propio jugador adelantó ciertos plazos, producto de sus ganas por reaparecer cuanto antes. Los médicos disculpan al delantero y le justifican de ese pecado de juventud. "Carece de referencias en lesiones semejantes", comentan, "es normal a su edad que confunda sus sensaciones y crea que está mejor de lo que está". Afortunadamente las pruebas efectuadas demuestran que la recaída en el entrenamiento del pasado lunes no ha supuesto desgarro en el músculo, sino que las molestias de las que se queja afectan sólo a la zona cicatrizal.

Tampoco se entrenaron ayer Samuel Eto'o, con permiso del club para solucionar temas personales, y en solitario lo hizo Ronaldinho, que sigue un tratamiento para mitigar las molestias que sufre en el muslo de la pierna derecha. Por la mañana, Ronaldinho corrió sobre el césped del Camp Nou y por la tarde se sometió a la fisioterapia. "Tiene un golpe", se insiste. Pero nadie atiende a concretar más detalles. También se somete a un tratamiento de fisioterapia Belletti que sufre molestias en el tendón de Aquiles.

Én principio, además de Messi, tampoco Puyol podrá jugar contra el Villarreal. El Comité de Competición desestimó ayer las apelaciones que presentó el club azulgrana contra la primera tarjeta amarilla que vio el capitán azulgrana en el partido del pasado sábado en el campo del Racing. Puyol fue expulsado al ver la segunda tarjeta amarilla poco antes del final del partido. El capitán azulgrana vio la primera tarjeta en cuestión al tocar el balón con las manos. El club considera que las manos fueron absolutamente involuntarias.

El Barcelona recurrirá ahoraante el Comité de Apelación. El Comité de Competición ha considerado que la prueba videográfica presentada por los servicios jurídicos del Barcelona no les lleva a la conclusión de que el jugador no mereciese la amonestación, dado que no entran en valorar cuestiones como la voluntariedad o no de infringir la norma.

Messi, abrazado por Rijkaard el día de su primera lesión, el 7 de marzo.
Messi, abrazado por Rijkaard el día de su primera lesión, el 7 de marzo.

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