¿Igualdad de trato o favoritismo?

No hay carrera en la que la actuación de Renault no se procese en función de la decisión que tomó Fernando Alonso cuando anunció que en 2007 estaría con McLaren. La pregunta siempre es la misma: ¿Favorecerá el equipo a Giancarlo Fisichella? La actuación de Alonso ha sido tan irreprochable que no ha habido lugar para la polémica. Renault deberá apostar por él si quiere revalidar el título de pilotos y el de marcas.

"Renault nos tratará a Fisichella y a mí en igualdad de condiciones", insistió Alonso tras su décima victoria; "unas veces se intentará que Fisico esté un poco por delante y otras me tocará a mí. Dependerá de los intereses del equipo".

Aunque el liderazgo de Alonso es incuestionable, la identificación del equipo con Fisichella, siempre más frágil, ha aumentado. El sábado, en la cronometrada, Alonso levantó el brazo en señal de protesta hacia Fisichella porque no le cedía el paso pese a que se había establecido que él salía con neumáticos nuevos para buscar un buen tiempo mientras el italiano sólo consumía gasolina y gastaba las gomas viejas.

"No iba contra él", se justificó Alonso, que se remitió al pacto: "En boxes no me entendieron". Fisichella hizo el segundo mejor crono por el tercero de Alonso. Las quejas de éste iban más lejos. "Hasta ahora no he conseguido una cronometrada perfecta", recordó; "en Bahrein perdí alguna décima porque me estuvieron hablando por la radio en mi vuelta rápida para que cambiara cosas del coche y en Malaisia hubo el problema de la gasolina

[le doblaron equivocadamente la carga] y tuve que salir con el depósito lleno".

Alonso fue cuarto y octavo en los dos primeros ensayos, pero acabó primero y segundo en la carrera. "Confío en Alonso y él puede hacerlo en nosotros. Tenemos un gran coche y puede volver a ser campeón", dice Flavio Briatore, director de la escudería. Y Alonso ratifica: "En Bahrein luchamos con Ferrari; en Malaisia, con Honda, y aquí, con McLaren. Y hemos sido los más fuertes".